miércoles, 16 de noviembre de 2011

ARTICULISTA INVITADO


POR URIEL FLORES AGUAYO

La vida en Xalapa

Hablar de la vida en Xalapa, mi entrañable ciudad, es el titulo de arriba y un poquito más solamente, no quiero pero tampoco puedo abarcar más allá del asunto del transporte público del que me asaltan inquietudes todos los días. Cada Xalapeño sabe cómo vive en su ciudad y más o menos entenderá como se vive colectivamente en ella. Creo que la calidad de vida en Xalapa es de regular a mala, como expresión de un promedio entre la excelencia de su vida cultural y educativa con los problemas de infraestructura y servicios públicos que le son conocidos.

Considero que puede ser de baja calidad en servicios como el de agua potable, en los espacios públicos, sobre los que hay que reconocer un rescate interesante y creativo de parte del ayuntamiento, el parque Juárez, que de ser el principal ha derivado en un espacio segundón donde se puede instalar la vendimia de todo y hasta una caseta mal hecha a unos metros de la oficina del Gobernador, y el transporte público, nuestro dolor de cabeza, casi pesadilla.

El transporte público de Xalapa es caótico, irracional y degradante. Constituye una escena apocalíptica, peligrosa, la interminable fila y amontonamiento de autobuses, la mayoría en mal estado e indigno de dar un servicio a pasajeros que son seres humanos. Es un problema antiguo y cada vez más complejo en la medida que las autoridades involucradas hacen mutis, son sumisos y dejan hacer y deshacer. Se trata de un problema técnico subordinado a manejos políticos. Es un servicio que no se ajusta al marco legal, con permisividad oficial y sin planeación alguna. Es inconcebible que Xalapa, ciudad culta y otrora de las flores, capital del estado de Veracruz, tenga un trasporte público tan chafa.

Aun considerando su inexperiencia y su lejanía con Xalapa, se esperan del Director de Tránsito medidas concretas y efectivas para resolver el problema del transporte público. Cada vez más seguido y en niveles de agravamiento en Xalapa se presentan situaciones de colapso ocasionadas por accidentes viales, muchas veces de poca magnitud; hay rumbos de la ciudad que se han vuelto verdaderas ratoneras, adonde no puedes pasar y de donde no puedes salir porque las avenidas principales y algunas colonias se saturan hasta por un pequeño accidente o un simple bloqueo de calles u oficinas,

Urge que Transito Estatal, Seguridad Pública y Protección Civil cuenten con equipos especiales de emergencia que actúen inmediatamente en ese tipo de crisis. El colmo es que cuando se colapsa la ciudad no se cuenta con información oficial. Es gravísimo que existan autoridades que piensen que los problemas se resuelven solos y que la gente olvida todo. Aunque es reiterativo además de obvio procedo a señalar algunos aspectos elementales a tomar en cuenta en el estudio y la solución de esos problemas: número de autobuses, horario de servicio, rutas, condiciones materiales de los autobuses, espacios de ascenso y descenso de los pasajeros y profesionalización de los conductores. Son los mínimos que se deben revisar para hacer del transporte público en Xalapa un servicio que contribuya a mejorar nuestra calidad de vida.

Lo que se haga al respecto, poco o mucho, tiene que ser pronto y en serio, anteponiendo el interés general al de seudoempresarios que, invariablemente, han demostrado su falta de honradez y solidaridad con la ciudad que les ha permitido realizar una labor que les garantiza - a ellos si- un buen nivel de vida. De todas formas, en este y otros casos lo importante es la participación ciudadana; opinión, critica, denuncia, propuestas y acciones. El pueblo callado jamás será escuchado.

Recadito: el trastupijes, tan de “izquierda”, acabó comprando votos a cien pesos: ¿lastima o vergüenza?.

urielfloresaguayo@hotmail.com

Xalapa Enríquez Veracruz a 10 de noviembre de 2011

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