domingo, 17 de noviembre de 2013

ARTICULÍSTA INVITADO: ATTICUS LICONA





               DIARIO ÍNTIMO

 San Piojo Herrera

No quiero ni imaginarme qué sería de este país sin esa bella institución que cada vez que es exigida llega veloz y presta a rifársela por el bien de la cultura futbolera. Dicen los que saben (el tieso de Javier Alarcón and company) que este arroz ya se coció, que al partido de vuelta en Nueva Zelanda podemos enviar incluso a los once matalotes de Los Pumas o a las infrabestias de Las Chivas y que ni así nos harían morder el polvo. Incluso hasta el Compayito diría que ya nos la persinaron, y eso que ya ven que es muy modosito.
Sí, ya sé que no faltan los detractores que hasta un triunfo de la selección les arde, son de esos que cuando gana México postean en el feis o en el tuit toda la letanía de carencias que tiene este país y critican a los que nos alegramos cuando menos por un momento. Valiendo todo, claro que podríamos quejarnos amargamente y ser chocosos, pero la verdad es que a esos detractores nada les cuadra y en cambio hasta afilan las garras cuando gana un mexicano en algún otro deporte y se explayan en las redes sociales para decir que Ya ven, a esos ni los pela Televisa pero bien que nos dan medallas.
El 5-1 tampoco les será suficiente porque eso representa la posibilidad inminente de estar ya en el proscenio de la Copa del Mundo en Brasil y claro... ¿Cómo puede ser eso más importante que todos los problemas que tenemos? Y no, señor, señorito o señorita mía, no es que sea más importante, es que en todo este marasmo de malas noticias cualquier acontecimiento que nos distraiga aunque sea por un ratito siempre debe ser bienvenido, y ultimadamente, hay que reconocer que al mexicano pretextos le sobran para tratar de olvidar aunque sea por unos días la realidad y que si no es el Mundial nos inventaremos algún otro triunfo que justifique una buena parranda, como por ejemplo el que por fin terminen el Velódromo para los Centroamericanos o que ya de pasadita se acuerden que no terminaron el Perinorte y se dignen los de la SIOP a concluirlo.
Lo que sí es un hecho es que estos mushashos del América se están vistiendo de héroes y con toda seguridad, si es que no les demoran el vuelo, regresarán a tiempo a coronarse con el subcampeonato de la competidísima Liga MX. Son como esos héroes de película que despiden un pulimento que obliga a verlos de lejitos y de refilón porque si los vemos de cerca podríamos quedar ciegos. Sin embargo, pese a ese fulgor, si podemos apreciarlos de cerquita descubriríamos esas grietas de los superhéroes que los hace ser humanos, como la timidez de Clark Kent, el orgullo de Bruce Wayne o la estolidez de Peter Parker al dejar que cualquiera le baje a la chamaca.
Son como nuestro héroe el ilustre General Lázaro Cárdenas del Río, quien a la distancia pareciera estar blindado a la maldad y a las bajas pasiones, porque así, de lejitos y con decenios de separación, no nos queda de otra que imaginarlo planeando día y noche la forma en dejarnos el legado más precioso, el petróleo, se nos olvida todo lo demás que haya hecho o dejado de hacer en su sexenio y hasta los enemigos jurados del PRI bloquean en sus mentes que también fue priísta. ¿Ya ven? También tuvo sus defectos.
Ahora que han inaugurado formalmente la pavimentación de concreto hidráulico en la Avenida Lázaro Cárdenas (cuántas veces inaugurarán esta avenida por Dios!!!) tampoco nos queda de otra que pensar que fue la mejor obra del mundo mundial y que en Veracruz se hacen las cosas una sola vez y bien hechas, i`ñor! Porque para qué andarlas haciendo doble pudiéndolas hacer bien a la primera. Hasta ahorita esa magna obra de pavimentación, "que iguala y supera a cualquier otra en calidad", no ha mostrado sus grietas porque todavía tiene el brillo suficiente para deslumbrar, pero si dejaron cosas mal hechas como el triste reflector que le pusieron a la estatua del Tata Lázaro, pues ya podemos irnos encomendando a los santos héroes para que no nos vaya mal. Ojalá y no falle, no vaya siendo que después tengan que venir los del América a reparar lo mal hecho. San Pijo Herrera ¡ora pro nobis!
Cualquier comentario de esta heroica columna, favor de enviarlo a atticusslicona@gmail.com, y puede seguirme en twitter en @atticuss1910

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