martes, 24 de diciembre de 2013

ARTICULÍSTA INVITADO:MANUEL CARVALLO


 
@suntos del Poder: 
 
   Mucho ruido se hizo sobre la Reforma Política Electoral, sobre todo
por los acuerdos que hubo entre el PAN y el PRD y que concluyeron en
negociaciones con el PRI y el Gobierno Federal, lo que permitiría la
creación de la Fiscalía General de la República que a su vez supliría
a la Procuraduría, dizque que con más y diferentes atribuciones…Dicen
que con la reforma al artículo 102 de la Constitución, queda en claro
que el Ministerio Público será una Fiscalía General de la República
pero convertido en un órgano autónomo, dotado de personalidad jurídica
y de patrimonio propios.

 
   Corresponderá a la Fiscalía General la persecución de todos los
delitos del orden federal y deberá buscar y presentar las pruebas que
acrediten la participación de los imputados en los hechos para
llevarlos ante los tribunales.
También procurará que los juicios federales en materia penal se sigan
con toda regularidad, para que la impartición de justicia sea pronta y
expedita y que deberá pedir la aplicación de las penas e intervendrá
en todos los asuntos que la ley determine.
 
   De acuerdo a todas esas “nuevas” atribuciones cabría preguntar
¿dónde quedó aquello de que el Ministerio Público de la Federación
tiene el monopolio de investigar y perseguir los delitos?; Entonces…
¿Qué hacía o más bien qué hace, porque todavía falta para ver la
concreción de la Fiscalía, la PGR?
 
   ¿Era sólo de membrete el nombre y por eso la mayoría de los casos
se le caen y se le siguen cayendo ante el Poder Judicial de la
Federal?, sólo bastaría recordar casos como el “Michoacanazo”,
“Florence Cassez”, “Los Generales”, entre otros muchos más, en los que
la PGR fracasó rotundamente. La autonomía y el patrimonio, que ello sí
serían nuevas atribuciones propios, porque por lo demás la situación
sigue siendo la misma.
 
   Algo así como la SIEDO y la SEIDO, que para los entendidos y
cercanos a los funcionarios de primer nivel de la PGR, solamente se
trató de un “dedazo” a la hora de elaborar un oficio, pero
consideraron que era más fácil cambiarle nombre a la Fiscalía
Antidrogas que aceptar una equivocación. Porque es un hecho que SIEDO
o SEIDO es lo mismo, o sea, la misma gata sólo que más revolcada.
 
   ¿Y qué decir de la cacaraqueada Gendarmería Nacional que ni
siquiera necesitaba enmiendas constitucionales para que fuera echada a
andar.
Sería el sustituto de la Policía Federal, amorfa corporación creada
por Genaro García Luna, uno de los políticos más corruptos de México,
según la revista Forbes. Estaría formado por marinos, soldados y los
mejores policías escogidos de entre otras corporaciones.
 
   Y por primera vez, aunque no lo dijeran, aceptaron que sería una
policía de disuasión, de presencia, es decir Preventiva, aunque
federal. Hablaron de comenzar con 10 mil, para luego engrosar
paulatinamente la corporación hasta tener presencia en toda la
República Mexicana. Después se dijo que solamente empezarían con menos
de cuatro mil, pero ni siquiera con esa cantidad ha sido instituida la
famosa Gendarmería Nacional, una copia de la Guardia Nacional que
opera en Colombia.
 
   Finalmente decidieron guardar en el clóset los proyectos y planes y
esperar a una mejor ocasión, como si los muertos de lo que va del
sexenio fueran menores a los que provocó Felipe de Jesús Calderón
Hinojosa con su estúpida guerra. En el primero de los casos, la
operación de la Fiscalía General de la República (FGR) quedó
indefinida dentro de la mencionada reforma porque en los artículos
transitorios de la reforma política no se estableció una fecha para
que entre en vigor.
 
   Así que no hay un plazo para que se instituya, con lo que podría
transcurrir todo el sexenio sin que se concrete su creación, dado que
el  artículo transitorio 16 indica que la Fiscalía entrará en vigor
hasta que se aprueben y entren en operación las leyes secundarias que
regularán a la nueva instancia, pero tampoco los legisladores pusieron
fecha para que el Congreso emita dichas leyes.

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