@suntos del Poder: Ya se anunció con bombo y platillo por el gobernador del estado el inicio de la primera etapa del rescate del Centro Histórico de Veracruz, el primer municipio de la América Continental, de la misma manera se hizo el anuncio de la ampliación del recinto portuario, en los que se dijo en repetidas ocasiones que traerán consigo miles de empleos, que bueno, pero nada se ha dicho de los salarios que pagarán a los trabajadores…ojalá no sean salarios de 60 pesos diarios que es lo que significa el salario mínimo en esta región del país. Y es que, siendo sinceros, a nadie saca de la pobreza un salario tan raquítico de 60 “pesotes”, por lo que de poco servirán ambas obras para la población, pues a final de cuentas los que, como siempre van a salir ganando son los ricos, los que más tienen, es decir, el rico se hará más rico y el pobre terminará igual de jodido que como están ahora. Ahí van tener que luchar mucho los sindicatos y centrales obreras para que sus agremiados salgan bien beneficiados, sin embargo, también hay que cuidarles las manos y las mañas a los dirigentes obreros, eso que siempre terminan con las bolsas llenas negociando los salarios y vendiendo a los verdaderos trabajadores… ¿ojo, mucho ojo? CTM, CROC, CROM o como se llamen las centrales y sindicatos obreros, todos están en manos de pillos, facinerosos y mañosos, que lejos de trabajar se encuentran en al asecho para llevarse la mejor tajada de las miserias que seguramente estarán dispuestos a dar los millonarios inversionistas que le entraran a la ampliación del puerto y al rescate del centro histórico. Ahí es donde verdaderamente el gobierno del Doctor Javier Duarte de Ochoa, deberá estar pendiente para que, ahora sí, se les haga justicia a los obreros y empleados que serán contratados por las grandes compañías que ganen la licitación para ambas obras de gran importancia para el desarrollo de Veracruz…Esta es la oportunidad de que todos los veracruzanos salgan ganando. Sólo con legalidad, justicia y sobre todo deseos de hacer las cosas bien y con honradez y honestidad, es como podrán salir de la miseria muchos veracruzanos que están esperanzados en estas magnas construcciones y no sólo los ricos inversionistas y los malos líderes sindicales que ya se lamen los labios y se tallan las manos, ansiosos por saber cuanto les va a tocar antes de trabajar. Bien decía el maestro “Alacrán”, con esta runfla de pillos, poco se puede esperar para los verdaderos trabajadores. De entrada, se le debe dar mucha transparencia a las licitaciones para que no suceda lo que toda la vida a sucedido en México, es decir, que no se le dan las obras a quien verdaderamente la merecen, sino a quien pague más dinero en lo oscurito, porque si eso sucede, ambas obras estarán destinadas al fracaso, y no lo digo como ave de mal agüero, sino por que eso es lo que la historia demuestra que ha sucedido en el país desde siempre. Si las obras comienzan mal, al ser entregadas ilícitamente a los amigos compadres o a quien más por ellas, los trabajadores estarán en grave riesgo de ser explotados, pues de entrada los empresarios les van pagar menos a fin de recuperar el dinero invertido para conseguir la obra que le toque hacer. Lo ideal sería que se creara una comisión de transparencia y vigilancia en la que participen grandes personajes con probada honestidad y honradez, como el maestro José Narro Robles, o juristas de gran tala como Raúl Carrancá y Rivas, Eduardo Miranda Esquivel y muchos otros a los que no se les conoce cola que les pueda pisar el sistema para coartarlos.
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