lunes, 7 de abril de 2014

ARTICULISTA INVITADO:LIC.ERICK LAGOS HERNÁNDEZ




Les comparto el comentario editorial de hoy.

Que ganen los ciudadanos


ERICK LAGOS HERNÁNDEZ*
El estratega sabe que los males de la democracia 
siempre podrán corregirse con más democracia.

El pasado 31 de enero, al promulgar la reforma constitucional en materia político-electoral surgida del Pacto por México y que vendrá a fortalecer la vida política y democrática del país, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, dejó en claro que con esta reforma “la certidumbre en las elecciones regirá en todos los órdenes de gobierno; habrá mejor rendición de cuentas y equilibrio entre Poderes y, sobre todo, habrá más gobiernos que den resultados a los mexicanos al contar con instrumentos que faciliten el diálogo y los acuerdos; en suma, esta reforma es un paso importante y trascendental hacia la consolidación de la democracia en México”. Como se sabe, esta reforma se aprobó el 13 de diciembre del 2013, y el 22 de enero del presente año se llevó a cabo la declaratoria constitucional con el voto mayoritario de 18 legislaturas estatales.
Gracias a ella, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social adquiere autonomía; el Instituto Federal Electoral desaparece para dar paso al Instituto Nacional Electoral; los organismos electorales de orden local tendrán un órgano rector integrado por un Consejero presidente y seis nuevos consejeros electorales; los Senadores de la República podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos, y los Diputados Federales por cuatro periodos hasta completar 12 años; se aprueba la reelección consecutiva de alcaldes, síndicos y regidores; se incrementa de 2 a 3 por ciento el mínimo de votación para que un partido político conserve el registro y sólo aquellos institutos políticos que obtengan como mínimo 3 por ciento de la votación tendrán derecho a diputados de representación proporcional; además, será obligatoria la paridad de género en la postulación de candidatos a puestos de elección popular.
Refiero lo anterior porque, finalmente, luego del debate natural de las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión, el jueves de la semana anterior la Cámara de Diputados aprobó los nombres de los nuevos integrantes del Instituto Nacional Electoral, quienes rindieron la protesta de ley al día siguiente. Con ello, México ha dado un paso importante en materia electoral comparable acaso con las reformas que en este sentido impulsó don Jesús  Reyes Heroles en 1977 con la instauración del sistema de representación proporcional a nivel nacional y el registro de nuevos partidos políticos, así como las llevadas a cabo por el presidente Ernesto Zedillo, en 1996, con la ciudadanización del IFE y la reforma política que permitió a los habitantes de la capital del país elegir por la vía del sufragio libre y secreto al Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Se trata no sólo del cambio en la denominación del órgano electoral, sino también de la estructura directiva y administrativa que lo integra y de los nuevos alcances que tendrá como coadyuvante en la organización de los comicios locales. Los consejeros del Instituto Nacional Electoral son: Lorenzo Córdova Vianello, que durará en su encargo nueve años y será el presidente del órgano electoral; Adriana Margarita Favela Herrera, José Roberto Ruiz Saldaña y Ciro Murayama Rendón, igualmente por nueve años; Marco Antonio Baños, Enrique Andrade González, Alejandra San Martín Ríos y Benito Nacif Hernández, por un periodo de seis años; y finalmente Beatriz Eugenia Galindo, Arturo Sánchez Gutiérrez y Javier Santiago Castillo, por un periodo de tres años.
Con la integración del INE y la toma de protesta de sus consejeros el viernes pasado, queda formalmente constituido el nuevo organismo que tendrá a su cargo la organización de las elecciones a nivel nacional, y cuya labor contribuirá a la transparencia de los procesos electorales y a fortalecer la democracia en todo el país; democracia en la que deberán triunfar los propios ciudadanos y que en los últimos años se ha ido perfeccionando con la alternancia en el ejercicio del poder, y con procesos electorales cada vez más competidos y vigilados por la propia sociedad.  En los próximos meses deberá quedar conformada su estructura orgánica, de tal manera que esté en condiciones de afrontar el proceso electoral inmediato que es la elección de diputados federales en el 2015, proceso que inicia normativamente el próximo mes de septiembre y con el cual se estrenarán tanto los consejeros como la nueva institución electoral. Una vez puesta en marcha, se le desea éxito en su encomienda y que esté a la altura de lo que México merece: una democracia con instituciones sólidas y con servidores públicos que rindan cuentas a la sociedad, y sean garantes de que se respete la voluntad ciudadana expresada en las urnas. Que sea por el bien del país.
* Secretario de Gobierno.

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