martes, 26 de julio de 2016

ARTICULISTA INVITADO: MANUEL CARVALLO

@suntos del Poder






LA vapuleada en las elecciones del 7 de junio pasado no debe ser de oquis ni producto de la casualidad.


El pueblo sólo se cobró la simulación del gobierno federal, de proceder contra gobernantes priístas corruptos y ladrones, entre los que destaca Cesar Duarte Jáquez Roberto Borge Angulo y por supuesto Javier Duarte de Ochoa: Chihuahua, Quintana RooVeracruz.


Y dígame si no hubo fingimiento, si tan sólo en el caso de Javier Duarte de Ochoa y su runfla de facinerosos, la PGR ha acumulado 34 averiguaciones en su contra que no tuvieron seguimiento, todas presentadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).


Peculado, malversación de fondos públicos, uso indebido de atribuciones y facultades y ejercicio indebido del servicio público, son los términos legales de los delitos cometidos por él y su pandilla, todos de origen priísta.


En buen castellano Duarte su camarilla, han robado durante su gestión, 50 mil millones de pesos, aproximadamente según las múltiples acusaciones de su próximo sucesor, Miguel Ángel Yunes Linares y la misma Auditoría Superior de la Federación.


La ASF precisa que en noviembre de 2014, presentó 15 denuncias por “simulación de reintegros” por un monto de 4 mil 770 millones de pesos.


Esto es que al detectar irregularidades, indicó al gobierno estatal que ese dinero debía ser devuelto a la Hacienda Pública Federal.


El gobierno de Javier Duarte hizo un depósito para reintegrar los recursos públicos y entregó el comprobante a la misma Auditoría. Aparentemente el daño había sido resarcido, pero en dos semanas volvió a retirar el dinero, de lo demás ya no hubo cuidado alguno para disimular el hurto.


Eso es en cuanto a los dineros, causa más que suficiente para encarcelar a a todos los funcionarios estatales incluyendo a “javiercito”.


¿Y qué me dice de la feroz batida en contra de periodistas?
A nivel internacional, México es uno de los países más riesgosos para ejercer el periodismo.


¿Sabe cuál es el estado más peligroso de México para ejercer el periodismo? Efectivamente ¡Veracruz!


Así lo demuestran los 20 comunicadores asesinados, otros más desaparecidos y algunos que tuvieron que exiliarse ante las amenazas del gobierno de Duarte y su gente.


A nadie se le olvida que el 30 de junio de 2015, cuando ya llevaba no menos de una docena de periodistas muertos, lanzó el siniestro mensaje:


Se los digo a ustedes, por su familia. Todos sabemos quiénes andan en malos pasos, dicen que en Veracruz sólo no se sabe lo que todavía no se nos ocurre. Todos sabemos quiénes, de alguna u otra manera, tienen vinculación con esos grupos (crimen organizado). Todos sabemos quiénes están metidos con el hampa ¡Pórtense bien!, Vienen tiempos difíciles”.


Y sí, vendrían tiempos difíciles, pues hasta esa fecha aún le faltaba otra media docena de comunicadores que planeaba acallar.


Anabel Flores Salazar, de El Buen Tono y El sol de Orizaba; Rubén Espinosa, Proceso y Cuartoscuro; Juan Mendoza Delgado, director del portal La Verdad; Armando Saldaña Morales, estación La Ke Buena; Moisés Sánchez Cerezo, director de La Unión. Octavio Rojas Hernández, corresponsal de El Buen Tono.


La mayoría no han sido resueltos y en muchos de ellos Duartesugirió que los periodistas formaban parte de la delincuencia organizada.


Las evidencias resultan abrumadoras para actuar, como en el caso del otro Duarte y de Borge Angulo, sólo como botón de muestra, pero hay muchas rémoras aún de esa clase de gobernantes y siguen siendo alcahueteados.


Que no se lamente luego entonces el PRI y que no pretenda “analizar” lo obvio, si no despierta y lo vuelven a apalear.


El bastión que aún les queda es el Estado de México, pero de perderlo el próximo año 
(y no es nada remoto), los priístas pueden ir sacando sus triques de Los Pinoles… EL 


PUEBLOMEXICANO PUEDE PERDONAR , PERO NUNCA OLVIDAR.

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