viernes, 2 de septiembre de 2016

ARTICULISTA INVITADO:RODOLFO HERRERA

Vivir en el Golfo

ACABARON CON EL TRENDING TOPIC DEL JUANGA
    Cuando parecía que nadie podía arrebatarle el “trending topic” a Juan Gabriel, los asesores presidenciales tiraron la tendencia con una noticia más espectacular, el personaje más odiado por los mexicanos estaría pisando suelo azteca y antes de caminar por la Casa Blanca, se ventaneó en Palacio Nacional.
     El pasado lunes 30 de agosto, desde el twitter de Presidencia de la República, se confirmaba la visita del candidato presidencial republicano y se dijo que llegaba por invitación del presidente Peña Nieto, quien también le hizo extensiva la invitación a la contraparte Hillary Clinton, solo que Trump la agarró de botepronto y decidió tomar la delantera.
     Como diría Juanga, “Pero qué necesidad, para qué tanto problema”. De por sí acá los ánimos están caldeados con tanta bronca y el fallecimiento de El Divo de Juárez caía como un tanque de oxígeno, entreteniéndonos con el pleito por el cuerpo, los homenajes y el entierro o no junto a su madre, nada parecía desviar nuestra atención.
     Llegó el miércoles y la cortina de humo perfecta se cayó, el güero agrio y su cachaza entró a Palacio nacional para sostener una reunión que duró una hora y diez minutos en la que nadie sabe de qué hablaron.
     Nadie, absolutamente nadie, ningún analista ni politólogo han podido descifrar cuál es el beneficio para los mexicanos con esa entrevista, lo cierto es que quienes aconsejan al presidente decidieron involucrarnos en ese tema tan delicado.
     Todo apunta al experto economista y de temas internacionales Carlos Pérez Verdía Canales, que chambea como Coordinador de Asesores de la Presidencia con un sueldo mensual de 250 mil pesos, como el autor de la estrategia, con la finalidad de acaparar reflectores y matar los efectos negativos que pudiera traer el informe, los incrementos, los fracasos con la Coordinadora y bla bla bla bla. Lo cierto, es que la estrategia ha dado buenos resultados porque el tema de la visita sigue firme.
       Los detractores, como es el caso de los presidentes de los partidos, se dieron vida desgarrándose la camisa por defender a los mexicanos, cuando ya vimos que ninguno de ellos va a comenzar a expulsar a las ovejas descarriadas que tienen entre sus filas, cargadas con mochilas de dinero mal habido.
     Los politólogos afines, encontraron que ahora México es importante para los candidatos presidenciales gringos y que ahora tienen que pensar en visitar nuestro país antes de pensar en el voto latino, tal y como lo hacen visitando Israel por ejemplo. Mmmm.
     Los analistas de corte intelectual aún continúan con la boca abierta y no nos pueden explicar a qué se debe todo este relajo.
     Los voceros del PRI, esos que siempre caen parados como el senador Emilio Gamboa Patrón, defendieron con todo la figura presidencial y advirtieron que “Hillary debe tener cuidado de no dejar de visitar México”.
     Mire usted, a final de cuentas tanto el republicano Trump como la demócrata Hillary necesitan votos y todo parece indicar que a la doña del Clinton ya la agarramos forzada, a tal grado que no nos escapamos de la crítica, cuando dijo de la visita de Trump que “no se construye una coalición insultando a nuestros amigos -O sea a nosotros- y, que una visita de unas horas no borra los ataques que ha hecho durante un año a su vecino del sur, no es así como funciona”.
     Trump, esa misma noche se pasó por el arco del triunfo la visita a México y se tiró un discurso anti inmigrante en Phoenix Arizona, ““Construiremos un gran muro a lo largo de la frontera y México lo pagará al cien por ciento, ellos todavía no lo saben, pero lo van a pagar” y volvió a amenazar que en su primer minuto en la Casa Blanca comenzará la deportación de 9 millones de mexicanos migrantes, a los que llama “criminales”.
     La reunión dejó mal sabor de boca, la filósofa de la montaña me dijo un día mientras se aventaba el rebozo pa tras, “Mijo, en el amor como en todo, no basta ser fiel, también hay que aparentarlo, si es enemigo de los tuyos, también es tu enemigo y por lo tanto evita el saludo”.
PA LA QUEMA DEL MALHUMOR
     Ahora que comienzan a calentar motores con el carnaval 2017, no me vayan a salir con que la quema del “malhumor” estará representada por un microbús, el dengue, el sika o sepa dios con qué otra tibieza nos van a salir, los mexicanos queremos quemar la piñatota de Donald Trump, sea o no presidente esa si es una figura que todo México odia, si de por sí no nos quiere, andar de miedosos no nos sirve de nada, así que ¡A la hoguera!
Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com

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