INSEGURIDAD
Y EL DETERMINANTE ECONÓMICO Y SOCIAL.
A 522 días del final de la alternancia, se saben y viven sus inocultables resultados.
El PAN partido oficial en el poder y su complemento el PRD,
deben responder de lo que hacen y dejan de hacer.
En la entidad, se han registrado más de 22 delitos en los últimos cinco meses;
y es el cuarto lugar nacional, con un
promedio de casi 8 homicidios diarios.
Fuentes oficiales, como El
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), reporta que tan solo en los rubros de victimas de
homicidio, secuestro y extorsión, para Veracruz, de enero a mayo de 2017, que se registraron: 1171, 84 y 216
respectivamente. (http://secretariadoejecutivo.gob.mx/index.php)
NO IGNORAR EL TODO Y LAS PARTES.
Por lo pronto, en este importante tema, a pesar de los
anunciados esfuerzos institucionales, los problemas crecen, se complican y acumulan.
Más con la impunidad y complicidad de los delincuentes en el gobierno.
Sin duda, en todo caso y momento, es y será responsabilidad
federal, estatal y municipal, la
seguridad y protección de la vida y patrimonio de las personas; y desde luego, entender
y atender que muchos ocurren y son determinados, por contextos más amplios y
complejos.
Por otro lado, la percepción que predomina en general, es que
como siempre, tanto promesas de campaña,
como compromisos institucionales siguen sin hacerse realidad.
En todos los ámbitos de gobierno y órganos autónomos, los hechos hablan por sí mismos, probándose y
comprobándose que, aún por encima de las buenas intenciones (si las hay) y de los
contados esfuerzos en algunas áreas (si se realizan y sostienen), es notorio
que desde las esferas gubernamentales, contra la vehemencia de los resultados
adversos, se decide insistir y persistir
en la estrategia y acción de más de lo mismo,
consiguiéndose inevitablemente, los mismos o peores resultados. Total,
el que paga es el pueblo, condenado a solventar y padecer lo que no pidió, ni
merece.
Destaca por innecesaria y costosa, la conocida y obsoleta
transparencia oficial, que sigue basada en acto y mensaje faraónico, proclive al culto a
la personalidad de quienes dicen o creen mandar; el efímero o fantástico
boletín oficial, abundante en
imaginaciones y buenos deseos, en excusas y pretextos, o en inexistentes o
exagerados logros y acciones; la
cacareada, justificadora autopromoción del supuesto cumplimiento del deber y el
trabajo realizado; y, desde luego, el escándalo distractor o el manipulable sensacionalismo
justiciero, que los mismo entretienen que divierten, con la fabricación efímera
de villanos y malhechores de ocasión, propios de la evasión y distracción.
Espionaje gubernamental contra la sociedad y, sobre todo,
contra periodistas independientes; y producción permanente de videos, audios y
arregladas confesiones y denuncias.
Una, otra y muchas veces más
la realidad supera a la fantasía de los discursos y declaraciones
oficiales.
Pobres de los pobres. Inexplicable y sin sentido crecen
opacidad, no hay transparencia ni acceso a la información; falta seguimiento,
control y rendición de cuentas efectivo; y la simulación impide, las
imprescindibles fiscalización y
evaluación.
En esencia el cambio no llega. Veracruz no se recupera. Sigue
emergencia de las finanzas públicas; crece endeudamiento del gobierno estatal y
de los municipales; la economía en
recesión o estancamiento; el empleo formal no se crea, por el contrario, se pierden
miles de fuentes de trabajo y el trabajo informal crece. ¿Ineptitud o
incapacidad frente a la responsabilidad adquirida?
¿Ignorancia o deliberada intención, de olvidar o minimizar lo
económico y social, como determinante y prioritario?
Hay que insistir y recordar que en cuestión de seguridad
pública, no solo es imprescindible aumentar policías y coordinar esfuerzos. No
solo alentar y apoyar que se intente y haga realidad.
Obligatorio también tener siempre presente, que como toda
política de gobierno necesita acompañarse y formar parte de una estrategia
integral, que empiece en lo económico y social. Orientada siempre, al bienestar
de los seres humanos, no de unos cuantos y sus cómplices.
¿Delincuencia alentada por pobreza social e ineficiencia
gubernamental? ¿Asegurar empleo y salario digno, para evitar delinquir por
hambre? ¿Ignorar y desatender el caldo de cultivo o medio propicio para el
crecimiento de la violencia?
Viejas lecciones que no deben olvidarse, ni menospreciarse.
Sobre todo, por el retroceso previsto.
No está por demás insistir que hay y habrá poco o nulo
avance, sin prescripción y estrategia
clara y completa que, en principio, expliquen situación y perspectivas,
unifiquen y orienten todos los esfuerzos, e impulsen y fortalezcan la participación
individual y colectiva en estos importantes y determinantes, asuntos públicos.
Y también
reiterar que se debe cuestionar y evitar caer, en la fácil y repetida costumbre
de gastar más y endeudar más.
Reestructurar
deuda es por lo general un gran negocio, a costa de generaciones presentes y
futuras.
La
recurrente y acostumbrada salida del endeudamiento es más
fácil de tomar y hasta de explicar, porque quienes pagan y pagaran no
son los que gobiernan. Ellos son los que, en su mayoría, usan y abusan del préstamo obtenido, quienes
gozan de los beneficios y ventajas de
administrar lo que no es suyo.
Para
hacerlo, es usual y padecido, que los presuntos responsables mantengan,
en buena medida, opacidad y falta
de acceso a la información; y persistan, en un
alto grado, en mal informar, distorsionar
y aprovechar lo que les conviene.
Si es posible, trataran de convertirse en
héroes del momento, en salvadores
del gobierno, aunque en poco tiempo la historia sea la misma o peor, y la quiebra sea inminente.
En fin, en
otras palabras, creo que en lo que se está de acuerdo, es en no permitir que la delincuencia mande
en Veracruz…y ciertamente, que de todos y para todos, es deber ineludible enfrentarla
con valor e inteligencia.
Ahora y siempre,
del dicho al hecho, los resultados hablan.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH
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