miércoles, 26 de julio de 2017

ARTICULISTA INVITADO: RODOLFO HERRERA


Vivir en el Golfo


MAYORITEARON A LOS HOTELEROS

     Luego del amplio rechazo de los empresarios del ramo turístico, en junio de 2015 los diputados locales de la LXIII legislatura local que fungían de corifeos del gobernador Javier Duarte, modificaron el código financiero para derogar el impuesto del 2 por ciento al hospedaje. Hoy a 2 años de distancia, los diputados del cambio, los actuales, dieron entrada a la misma iniciativa que revive ese mismo impuesto, pero ahora del 3 por ciento.

    Pero además, la conformación del Comité Técnico del Fideicomiso del 3 por ciento del impuesto al hospedaje que decidirá los destinos de ese dinero, está integrado por mayoría de actores políticos y no de empresarios del ramo turístico.

    Y entonces entramos en confusión, porque cuando Javier Duarte y sus forajidos formaron esos fideicomisos de impuestos, tanto a la nómina como al hospedaje, los empresarios salieron a rasgarse las vestiduras diciendo que debería haber empresarios en esos organismos y no políticos porque se roban el dinero y en eso tenían mucha razón.

    En efecto, porque el sector más rapaz resultó ser la pandilla que encabezaba Javier Duarte, ya que en manos de ese grupúsculo no hubo lugar seguro donde tener a buen resguardo los recursos que llegaban vía impuestos y que no fueron aplicados en el sector.

     El resultado fue tan malo que hoy todos sabemos que no dejaron un solo centavo a salvo en caja.
    A dos años de distancia de esos acontecimientos, apenas el 18 de julio pasado, la "Gaceta Legislativa" publicó una iniciativa de decreto del gobernador del estado Miguel Ángel Yunes Linares donde dispone la modificación hacendaria para crear otra vez ese impuesto, pero ahora del 3 por ciento al hospedaje, así como el fideicomiso que administrará lo recaudado.

    De fondo, la propuesta de ese  nuevo impuesto no es mala, porque únicamente lo pagan quienes requieren servicios turísticos y regularmente se trata de gente que llega de visita, no es un impuesto directo a los veracruzanos.

    Además de que el planteamiento original indica que ese dinero se utiliza para la promoción de las 7 regiones turísticas del estado, aunque la zona conurbada Veracruz-Boca del Río genere la mayor parte de ese recurso.

     Acá lo no deseable viene con el comité técnico, el cual está integrado en su mayoría por funcionarios públicos que desconocen todo del ramo turístico, pero que representan una mayoría con respecto al voto de los empresarios del ramo hotelero, al momento de la toma de decisiones.

     De acuerdo a esa iniciativa de decreto, el comité técnico estará presidido por el Gobernador del Estado y conformado por los titulares de la Secretaría de Turismo y Cultura, Medio Ambiente, Finanzas y Planeación, Desarrollo Económico y Portuario, Desarrollo Agropecuario Rural y Pesca, Contraloría General del Estado, el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, o sea 8 votos de representantes de gobierno y los presidentes de cada una de las asociaciones de las siete regiones del ramo hotelero en que se divide el Estado.

     Acá las preguntas ¿Por qué regresamos a lo mismo, que ese fideicomiso lo manejan los políticos y no los empresarios del ramo turístico? ¿Qué hace el Secretario de Desarrollo agropecuario sentado en esa silla que le corresponde a un hotelero? Es más, ¿Qué hace ahí el Secretario de Turismo Polo Domínguez que ha mostrado que de eso no sabe absolutamente nada?

    La iniciativa no es mala, lo malo es que los políticos están acostumbrados a controlar, no a ceder y mientras el criterio turístico siga siendo manejado por políticos, pero sobre todo por advenedizos que con total descaro aceptan los cargos para los cuales no están preparados, entonces el desarrollo seguirá estancado.

EVIDENTES MALAS OBRAS DEL CENTRO HISTÓRICO.

     Por cierto, valdría la pena que antes de que se vaya la presente administración municipal, los amigos de Javier Duarte que se encargaron de las obras del centro histórico del puerto de Veracruz se responsabilicen por las pésimas condiciones en que se encuentran las calles adoquinadas. Digo, es tiempo de que Manolo Ruiz Falcón llame a cuentas a quienes hicieron malas obras, porque el adoquín ya se levantó y las obras no tienen ni un año de haberse estrenado con bombo y platillo.
Comentarios a: vivirenelgolfo@gmail.com

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