EL TIMON Y LA TORMENTA. UNIVERSIDAD A FLOTE.
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Faltan 473 días y la
recuperación de Veracruz no llega, sigue en recesión, más pobreza, hambre e
inseguridad.
Mientras, las crisis
financieras de los gobiernos y de la
economía, se complican y aumentan, ante contextos nacional e
internacional más difíciles y adversos.
Sobresalen,
contados esfuerzos, como la asignación
presupuestal, para asegurar el pago de pensiones estatales, por lo que resta de 2017. Se ganan unos meses,
frente a un problema que con otros, exigen completas y efectivas soluciones.
SOSTENER INSTITUCIONES.
Aclarando amanece. Ni el gobierno del
estado, ni los municipales han superado la crisis financiera creciente. Es más, ya es inocultable que
también las finanzas del gobierno federal empeoran.
Después de daños y trastornos ocasionados. No es
recomendable insistir, en recurrir y seguir con más de lo mismo, con
mal administrar, gastar más, y endeudar más.
De entrada, los ingresos gubernamentales
propios no crecen y aumenta la carga a
los contribuyentes cautivos. Viene mayor desequilibrio.
Por otro lado, debe señalarse que hay
más leyes, transparencia e indicadores, así como más fiscalización y formas de evaluación. Cada vez es más fácil
y rápido, detectar, denunciar y procesar a quienes incurren en una responsabilidad mayor, en mala o peor forma de administrar patrimonio
y recursos públicos.
Ante reclamo e inconformidad social crecientes. Hay más
presuntos responsables, prófugos
potenciales y conocidos culpables. Impostergable combatir ineficiencia,
corrupción y delincuencia gubernamental.
En Veracruz, la tormenta no ha pasado, sigue y aumenta su fuerza. En principio
causada y fomentada por ineptos y corruptos, pocos ante la justicia y muchos
convertidos en intocables y reciclables; otros en “hacedores y aprobadores” de
leyes que no cumplen ni hacen cumplir; y algunos, nuevos cómplices de acción o
de omisión, de las mismas o peores atrocidades.
Lamentable la falta de
participación y evaluación ciudadana y
social. Imprescindible erradicar
opacidad y evaluar permanentemente al gobierno. No ocultar, ni simular.
Y se debe insistir. Prácticamente todas
las instituciones y dependencias estatales han sido y siguen afectadas. Todas, han
llegado a tener problemas de muchos tipos, hasta para pagar, puntual y en forma, sueldos
y prestaciones.
Solo la Universidad Veracruzana ha
logrado mantenerse a flote y aguantar embestidas; controlar los daños, no ha sido ni
es fácil. Lo menos que se ha requerido y requiere es conocimiento, efectividad
y persistencia; y, desde luego, de respaldo interno y externo, que para el caso, se ha sabido propiciar y
gestionar.
De ahí que es justo y oportuno reconocer,
importancia y alcances de la
movilización y presencia de la comunidad universitaria, y del trabajo realizado por la rectora y su
equipo, que ha permitido mantener a flote y funcionando la institución. Movilización
y presencia universitaria, que ha contribuido y contribuye en muchos aspectos,
particularmente en el ejercicio de libertades y derechos, concretizadas en
innumerables análisis y estudios, críticas y propuestas.
Y hay que decirlo.
Es la primera vez, que la UV padece una
agresión como la de 2015 y 2016, cuyos efectos negativos, algunos de ellos
todavía siguen presentes.
Es la primera vez, después de 1968, que por
agresiones e irresponsabilidad de quienes gobiernan, reciben
una contundente respuesta de la comunidad y sus autoridades
universitarias, en todo caso debida y
puntualmente informadas.
Es la primera vez en toda la existencia de la UV, que gobernador y funcionarios son
denunciados legalmente, tanto en el
ámbito estatal como federal. Denuncias vigentes,
que demandan justicia.
Es la primera vez que después de
innumerables gestiones, se obtiene para la UV el pago directo y puntual del
subsidio federal. Hecho que la coloca en el país, como la única Universidad
Pública Estatal en conseguirlo. Pago que requiere de renovada,
fundamentada y puntual gestión, ante
diversas instancias; al tiempo que se concretiza la autonomía financiera.
Y, desde luego, para todo esto y más, es la primera vez que en la administración y
representación de la UV, las mujeres avanzan
en el reconocimiento y oportunidad a que tienen derecho. Hecho que asigna y reconoce su lugar en la historia, a su primera Rectora,
Sara Ladrón de Guevara.
PRIORIDADES Y PROBLEMAS.
Más allá de identificaciones y afectos que, con todo
derecho, pueden y deben surgir, en proceso de elección y los candidatos a la rectoría.
Más allá de convicciones y manifestaciones de
coincidencias o disidencias, normales en un espacio de respeto a las
libertades.
Merecido reconocimiento a todos, participantes y simpatizantes, por sus contribuciones, tanto críticas como de
reconocimiento a lo hecho o pendiente, al acierto o error; al esfuerzo común de continuidad y
cambio, ideas, opiniones, proyectos coincidentes o divergentes.
Es
indiscutible que hay viejas y nuevas afectaciones, carencias, problemas
y asuntos que atender. Aunque, hay que tener presente que solo podrán enfrentarse
y resolverse si primero, “se mantiene la nave a flote”, si lo prioritario se soluciona,
bien y a tiempo.
Si las fuentes de ingresos más
importantes padecen crisis, problemas y limitaciones; si las
condiciones inflacionarias afectan presupuestos y cambian las políticas
monetaria y fiscal; si las nuevas condiciones exigen conocimiento y
efectividad, entonces para empezar, no hay que caer en el extremo de improvisación,
ocurrencias y lento aprendizaje. Respetuosamente tener presente, que la línea
de flotación tiene sus límites, tiempos y oportunidades.
Además, insistir
en los devastadores efectos, de debilitar a la Universidad Pública y, en
general al Estado de Bienestar, reduciendo salud,
educación y servicios públicos gratuitos o accesibles.
Insistir y alertar, sobre
la exclusión, falta de atención y rechazo de jóvenes veracruzanos, 7 de cada 10
no tienen oportunidad de acceder a educación superior.
Situación más difícil,
por el sistemático e intenso ataque a bases del Estado de Bienestar; y también,
por la preocupante pérdida de capacidad de respuesta de las Universidades Públicas, por disminución de
apoyo gubernamental.
Cierto que urgen
innumerables acciones, como la de establecer una innovadora política de
fortalecimiento institucional, particularmente administrativo, financiero y
educativo; pero más, que su
ininterrumpido funcionamiento y estabilidad exigen, para empezar, garantizar siempre, el pago puntual de sueldos
y prestaciones.
Prioridad, viabilidad y
pertinencia. Flotar para navegar.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH
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