VOZ PLURAL...EL OTRO CAFÉ POLÍTICO

 

Hablemos de Foot Ball

En materia de futbol no hay nada escrito y lo “imposible”, se hizo posible con la victoria del equipo Universidad sobre el Cruz Azul; nadie creíamos, porque yo me incluyo, que los universitarios fueran capaces de anotar los cuatro goles que requerían para llegar al juego final por la corona del futbol mexicano. 

Porque al término del primer partido, celebrado el pasado jueves que protagonizaron los cruz azulinos y los pumas de la Universidad, el triunfo fue para Cruz Azul con marcador 4-0 y los que vimos las imágenes al término del partido de Andrés Lillini y los jugadores, era de una derrota total; no se veía ningún aliciente en ninguno de ellos.

El técnico universitario declaró que en diez minutos habían perdido todo lo hecho a lo largo de la campaña; pero que no todo estaba perdido, porque faltaban noventa minutos de juego donde intentarían revertir el marcador. Los medios deportivos de comunicación dijeron que se necesitaba un milagro, porque cuatro goles recibidos era una losa muy pesada que tendrían sobre la espalda; que Cruz Azul tenía un pie y medio adentro para llegar a la final, nadie, incluyéndome yo, dábamos un centavo por la victoria de los universitarios; se pensaba que el segundo juego era de puro trámite y un importante diario deportivo capitalino, publicó que era bueno que el juego del domingo no hubiera aficionados porque tendrían que devolver las entradas; en una palabra, los daban por muertos. 

 Con este panorama nada halagador, el equipo de los pumas de la Universidad esperaron saltar a la cancha nuevamente para enfrentar a sus verdugos y es claro que André Lillini, como lo informó en su oportunidad, se iba a concentrar en el aspecto mental de los jugadores y ante la derrota de tal magnitud, tendrían que trabajar muy duro y lo que “era imposible”, se hizo posible.

 Anotando los cuatro goles que necesitaban para estar en la gran final, para sorpresa de toda la afición y del equipo Cruz Azul, incluyendo a su técnico Robert Dante Siboldi, que jamás pasó por su cabeza que esto sucedería, pero quedó claro que en futbol no hay enemigo pequeño y este sorpresivo resultado coloca a los pumas de la Universidad por méritos propios en la antesala del título.

 Quedará grabado por muchos años en la mente de toda la afición, porque fue una hazaña, algo histórico que pocas veces se vive dentro del futbol mexicano.

Amigos sean felices y hasta la próxima.

De su amigo Juan Manuel Cortés.