martes, 30 de marzo de 2021

Articulista invitado: Rafael Arias Hernández


 AGUA: INEPTITUD, ABUSO, ESTIAJE, TANDEO Y REGATEO.

Por Rafael Arias Hernández.


Veracruz,  con el mayor número de viviendas sin acceso al servicio de agua entubada, en México. En total, 202 mil viviendas, con más de 696 mil personas. Además, también primer lugar, con 32 mil viviendas sin energía eléctrica, cuando el país reporta 269 mil con 826 mil personas sin este servicio. En situación similar, en ambas carencias le acompañan  Chiapas, Oaxaca, Guerrero y otras entidades.

De 35.2 millones de viviendas particulares habitadas en el país,  1.2 millones no disponían de servicio de agua entubada. Esto es, 4.6 millones de personas, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, del INEGI (Universal. 210121). 

Importante señalar y advertir que contar con la tubería y estar conectado, no garantiza disponer del vital líquido cuando se necesita. 

Exigen y obligan los gobiernos, a pagar un servicio, de agua fantasma. Un tubo lleno de aire, conecta con el estiaje.

Preocupa, que día a día se prueba y comprueba que la disponibilidad en cantidad y calidad, es menor. 

Cada vez más localidades, disponen del vital líquido solo algunos días y por unas horas. La cuestión es que,  ahora y en el futuro, lo más frecuente y seguro es escasez, estiaje, tandeo, racionamiento y falta de agua. Eso sin mencionar, los innumerables cuestionamientos a su calidad, así como los exagerados, injustificados y condicionados cobros. 

Así, no es raro tratar con  gobernante, funcionario o servidor público, tan estúpido e incapaz que cree y sostiene, que el agua solo depende, de  si se abre o cierra la llave; y que, en todo caso, si no se paga, simplemente se debe cortar. Poco importa si el afectado tiene o no,  para comprar algo envasada y satisfacer su sed, y la de su familia. Esto y mucho más nos lleva, a comprobar el tipo de ineficientes y malhechores, que tendiéndola bajo su irresponsable administración, cometen delitos,  al suspender o cortar el servicio, y no permitir que se cumpla con la defensa de respetar un mínimo gratuito, para consumo considerado como derecho humano; al subsidiar y diferenciar en forma discrecional, arbitraria, por favoritismo o activismo clientelar político, cobrándose por tarifas de tipo, zona, uso y cuanto pretexto se les ocurre; al condicionar su pago puntual, al agregar y cobrar, en el mismo recibo, otros servicios, de tarifas arbitrarias, impuestas, por estar supuestamente vinculados al agua;  y hasta, en muchos casos elevar arbitrariamente cantidad de uso, monto de precio y otros pretextos de cobro, para aumentar el recibo.

¿Por qué los gobiernos no becan, subsidian y absorben los costos del agua para consumo humano? ¿Por qué no se establece esa cantidad mínima y universal, accesible y gratuita a toda persona? ¿Por qué no se entiende, atiende y resuelve, en forma puntual y eficiente,  la demanda presente y futura; así como la oferta, atendiendo y fortaleciendo las fuentes, líneas de traslado y distribución? ¿Por qué no hay planes acuíferos viables, de alcance mayor en el tiempo? 

Urge entender magnitud e importancia. Empezando por reconocer, que no es un problema cualquiera. No es un asunto gubernamental y social, burocrático e intrascendente. 

Hoy y más en el futuro, es y será siempre oportuno insistir y repetir, que la disponibilidad en cantidad y calidad del agua, es obligación gubernamental ineludible; y también, al mismo tiempo, es responsabilidad social, generacional y de seguridad nacional.

Sin agua, no hay vida. Así de simple y claro.

Cumplir y hacer cumplir obligaciones presentes y  previsiones futuras a todo servidor público, es la base de una buena gobernabilidad. También lo es, combatir y erradicar ineficiencia, irresponsabilidad y  corrupción y, desde luego, impedir la impunidad.

Pensar lo que se hace y hacer lo que se piensa. Hacer las cosas bien y a tiempo, anticipar y planear, es tan importante como garantizar y promover una auténtica participación social y ciudadana. 

En el mundo de hoy y mañana es imprescindible prever lo previsible y evitar lo evitable. Hasta hoy la mejor forma de resolver un problema, la más barata y ventajosa, es evitar que se aparezca o si inevitablemente se va a presentar, reducir al máximo sus impactos negativos.

Tiempos de estiaje y tandeo. De inundación de excusas y pretextos de los que supuestamente están para servir y solo se sirven; esos mismos, que no sirven para nada, excepto para cobrar sueldos y prestaciones que no merecen, ni devengan, ante obligaciones y deberes que no cumplen ni hacen cumplir. 

En la era del mayoriteo de ineptos y corruptos, hay asuntos públicos que no pueden negarse o ignorarse; tampoco minimizarse o eludirse, encubrirse o mal atenderse.  Son asuntos y temas de supervivencia, en los que se pone en juego  salud y vida de seres humanos. 

Obligado insistir y abordar el importante y determinante tema del agua que, sin duda, debe ser considerado y catalogado, como tema o cuestión de supervivencia.

No más rollos discursivos, ni mensajes distractores y elusivos de la ineludible responsabilidad gubernamental y social.

La cuestión del agua, no es solo una dificultad integral de localización, transporte, tratamiento y distribución para su consumo y uso, sobre todo humano. No es solo una complicación de almacenamiento y disposición. 

Imprescindible entender la magnitud y trascendencia del tema, ya que no se trata solo de un bien público o económico, producto o mercancía.

El problema del agua, es propiamente, el de un proceso biológico continuo, integrador y reproductor de otros; así como satisfactor de necesidades y multiplicador de oportunidades y expresiones de vida.

Su disposición es parte de un interminable sistema biológico, que va más allá de su desafío hidráulico. Bien se sabe, que es parte determinante o indispensable, de un proceso ambiental; y, sobre todo, parte vital de un derecho humano, individual y social, que hay que respetar y garantizar.

Si queremos entender y valorar, el grado de irresponsabilidad gubernamental y social respecto al agua, simplemente chequemos el recibo oficial a pagar, y cuál es el precio promedio de un litro envasado, comparado con otros de: leche, refresco, gasolina, 


-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH 

 


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