ARTICULISTA INVITADO:NEFTALI URBINA

COMO VEO…DOY *LA CASA DEL PUEBLO… O LA “FORTALEZA DEL PODER EJECUTIVO”. En más de una ocasión me ha tocado observar el trato déspota, prepotente humillante y hasta agresivo, en que se conducen los encargados de vigilancia a los accesos del Palacio de Gobierno hacia los ciudadanos que acuden a realizar algún trámite o porque los cita equis funcionario. Es cierto los elementos comisionados para tal fin, y que son parte de la ayudantía del Gobernador, tienen la obligación y el derecho de implementar medidas de seguridad apropiadas para resguardar el recinto sede del Poder Ejecutivo, en lo que no tienen derecho y nos parece aberrante es la forma en cómo se conducen los elementos policiacos de la Ayudantía, pues por principio de cuentas habría que recodarles a estos señores que el Palacio de Gobierno no es propiedad del nadie, ni esta concesionado por seis años a quienes gobiernan el Estado de Veracruz. ¡No señores! esas instalaciones que custodian pertenecen al pueblo de Veracruz, por lo tanto a nadie se puede prohibir el acceso a su Casa, en tanto se identifique plenamente con un ciudadano respetable y con credencial en mano tendría que acceder sin ningún problema. En este sentido también es reprobable que cuando se permite el acceso se escanee la credencia del visitante. ¿Con qué fin lo hacen? Como también es totalmente fuera de toda forma lógica que solo se permita la entrada hacia la oficina de Comunicación Social, a quienes ya están debidamente investigados y no son críticos del sistema. A estos representantes de Prensa la Ayudantía, y no la Dirección de Comunicación Social, les hace entrega de un gafete, sellado y firmado por el jefe de la Seguridad del Gobernador, también nos preguntamos. ¿Por qué es esa dependencia y no la Dirección General de Comunicación Social la acredita a los reporteros? Creemos que es precisamente esa instancia, la de Prensa, quien mejor conoce a los reporteros, ¿qué tiene que hacer una oficina que maneja asuntos de seguridad, policías, con los medios informativos. Todavía se recuerda cuando en el sexenio de Miguel Alemán, los responsables de la custodia del Palacio de Gobierno implantaron la colocación de un arco detector de metales, sin embargo, poco duro tal medida pues a los pocos meses lo desinstalaron. Hoy hay miembros de la Ayudantía, elementos preventivos estatales con un arma de alto poder y con una especie de mascara, estilo “Subcomandante Marcos”. Dígame usted amable lector, si a los jalapeños que ya nos acostumbramos al excesivo movimiento de unidades policiacas, de todas las corporaciones, tanto federales como estatales nos producen cierto temor estas redadas y retenes policiacos y de la Marina, ¿Qué pensara el poco turismo que arriba a esta capital del Estado? Pero lo peor que ¿Imagen damos cuando un turista se le ocurre conocer las instalaciones del Palacio de Gobierno, y se les impide el acceso porque no tienen cita con algún funcionario? Pues entonces se quedan con las ganas de conocer la “fortaleza del Poder Ejecutivo”, porque en eso esta convertido nuestra casa, la casa de los veracruzanos. Tales medidas exageradas, contrastan con las medidas restrictivas de los otros dos poderes del Estado. La seguridad que se implementa en el Palacio Legislativo y el edificio del Poder Judicial, o Tribunal Superior de Justicia, solamente se le solicita una credencia de identificación y registrarse el libro de visitas y sin ningún problema el ciudadano puede pasar a sus instalaciones. Y ya mejor aquí la dejo porque ya me dolió el hígado del coraje