Por Manuel CARVALLO “El impuesto al refresco no va a combatir la obesidad y sólo se trata de una medida recaudatoria, sostuvo en esta ciudad el vocero de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas, Jorge Romo. Y advirtió que con ese gravamen el gobierno federal sólo pretende captar unos 13 mil millones de pesos anuales. En ese sentido, explicó tajante que en la exposición de motivos de la propuesta, el Gobierno Federal plantea que sólo utilizará 322 millones para el combate a la obesidad. Admitió que podrían darse dos efectos, uno, que el impuesto baje el consumo, pero eso no combatiría la obesidad, y dos que los consumidores buscarían otros satisfactores para sustituir el refresco y no bajaría la obesidad. “De bajar el consumo, la consecuencia en la industria podría ser reducir las plazas de trabajo en un 15 por ciento”. Esto, que impactaría a toda la cadena de producción, desde cañeros, cortadores, ingenios, tiendas de abarrotes, trabajadores, entre otros. Un segundo escenario, agregó, podría ser que no baje el consumo y entonces tampoco bajaría la obesidad y sólo afectará a las clases más desprotegidas que pagarían un refresco con un IVA de 17 por ciento. Asimismo, el representante de la industria refresquera sostiene que el refresco no es el único factor que conduce a la obesidad, ya que representa sólo el 5 por ciento de la dieta de un mexicano. Y es que la obesidad, ´proviene de la mala cultura alimenticia de los mexicanos, como lo demuestra el consumo de alimentos chatarra a nivel nacional.
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