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domingo, 18 de agosto de 2019

Articulista invitado :Agustín Basilio de la Vega

Naim Vs Santa. Lucia.

Un juez federal concedió la suspensión definitiva y ordena al gobierno del  presidente López Obrador no realizar ninguna  construcción en la base aérea militar de Santa Lucía hasta que fundamente la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México. También ordenó proteger las obras realizadas en Texcoco con valor de más de sesenta mil millones de pesos.

El artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que: “Los recursos económicos de que dispongan la Federación, las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, se administrarán con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que estén destinados.” por lo que la una de las principales tareas del gobierno federal es justificar social, técnica y económicamente las inversiones que realice en infraestructura y es un derecho fundamental de los ciudadanos exigir que se use correctamente el erario.

Millones de mexicanos no están de acuerdo con la cancelación arbitraria de las obras del Nuevo Aeropuerto en Texcoco por lo que se han interpuesto más de 80 amparos en contra de los actos de la autoridad que pretenden construir una serie de obras en Santa Lucia, en el aeropuerto Benito Juárez y en el de Toluca (obras principales y accesorias). Los ciudadanos también  se oponen  a la destrucción de las obras de las pistas, de la cimentación de la terminal aérea diseñada por Norman Foster y de la torre de control del nuevo Aeropuerto en Texcoco que llevan un avance significativo.

¿Por qué nadie se amparó cuando se iniciaron las obras del NAIM? porque se realizaron en tiempo y forma todos los  estudios y proyectos necesarios, se tramitaron todos permisos y licencias que exigen las normas internacionales y nacionales  y se diseñó el financiamiento con recursos privados y públicos debidamente respaldados por estudios financieros y con base en los ingresos propios  del proyecto. Se trata de un conjunto impresionante de actividades de gabinete y de campo que se hicieron durante años con mucho detalle.

En el caso de Santa Lucia, no es factible ni técnica, ni comercial ni económicamente construir un sistema de tres aeropuertos que sea competitivo.  Todos los expertos han señalado que esta idea  es ineficiente, impráctica, antieconómica  y  sobre todo peligrosa porque pone en riesgo la seguridad de la las personas al ser complejo desde el punto aeronáutico las operaciones en tres lugares desarticulados.

 Hoy la vida de los pasajeros es lo más importante en todo proyecto y el NAIM cumple en toda forma las más estrictas normas en esa materia de seguridad.
Tampoco no se justificó ni técnicamente, ni económicamente, ni socialmente ni legalmente la cancelación de las obras en Texcoco.

No se demostró que hubiera  corrupción en los contratos que adjudicó el gobierno pasado y cayeron en contradicciones los nuevos funcionarios pues mientras el presidente predicaba que hubo corrupción, el secretario de la SCT Jiménez Espriú lo desmentía. En esta materia, en todo caso, con auditorias y revisiones contractuales se pudo haber corregido cualquier anomalía sin necesidad de pagar por no construir la obra del nuevo aeropuerto.

En la decisiones del gobierno no se esgrimieron razones ambientales, ni sociales ni técnicas debidamente sustentadas para descalificar el NAIM, cancelarlo y devolver dinero a los inversionistas con todo e intereses principalmente Justificó su proceder con base en una consulta “publica de dudosa legalidad” que no refleja ni siquiera el pensar de los mexicanos.

Durante años diversas empresas nacionales e internacionales  realizaron  estudios y proyectos para desarrollar el concepto del Nuevo aeropuerto en Texcoco y para afinar el proyecto hasta contar con todos los elementos necesarios para realizar las obras sin problemas graves. En cambio el  gobierno de López, de manera diletante  y apresurada,  pretende en unos pocos meses tener lo imposible: un proyecto ejecutivo factible.

El gobierno de México no podrá realizar una obra de esta envergadura aunque se imponga al poder Judicial. Construir  un aeropuerto por “decreto” desconociendo todas las materias que hay que tomar en cuenta (técnicas, financieras, legales, sociales etc.) Con autoritarismo no se resolverá el problema de la saturación de los servicios aeroportuarios pues la realidad se impondrá ya que ir contra el método científico es como pretender desconocer la fuerza de la gravedad.

 @basiliodelavega           18 de agosto de 2019

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