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lunes, 3 de junio de 2019

Articulista invitado :Agustín Basilio de la Vega

¿Austeridad Republicana?

La austeridad impulsada por el gobierno federal no solo es necesaria sino urgente, si algo caracterizó al gobierno de Peña Nieto fue la corrupción y la frivolidad. Los gobiernos priistas, se despachaban con la cuchara grande.

El tlacuache Garizurieta acuño desde tiempos del presidente Miguel Alemán la célebre frase de: “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error” y quién no recuerda esta máxima priista: “el que no tranza no avanza”.

El mayor escándalo del peñismo fue la casa blanca que implicó a la pareja presidencial.

Los ciudadanos Mexicanos votaron el año pasado por el ahora presidente López Obrador entre otras cosas  por la promesa  de acabar con la corrupción e implementar la austeridad en el gobierno, pero la actual administración sólo ha podido reducir inversiones y gastos en materia de obras públicas, compra de medicinas, de boletos de avión, en reducción de sueldos, de viáticos, y de presupuestos para la Semarnat, el Fonden, el  Conacyt, así como de las universidades entre otras medidas.

Otras acciones implementadas por el gobierno han sido la cancelación del Naim, de guarderías, de zonas económicas especiales, de contratación de seguros de gastos médicos mayores  y fondos de ahorro etc. En cuanto al combate de la corrupción no se ven resultados.

 El gobierno por ejemplo insiste en hacer adjudicaciones directas de obras y compra de insumos. Hay estimaciones que más del 70% de los contratos del gobierno se han realizado por esta forma de asignación.

Los principales beneficiados de esta política son los Jóvenes,  algunos agricultores y en general los beneficiados por los programas sociales que reparten dinero sin reglas de operación y de manera masiva. La principal preocupación del presidente es que se incrementen los padrones del “bienestar” pero poco se interesa en la seguridad, la salud, la ciencia o el medio ambiente.

La pregunta clave es ¿cuáles son realmente los gastos que sobran y cuáles no? Por ejemplo: los fondos de ahorro de los servidores públicos no solo ayudan a construir patrimonios familiares sino que además capitalizan sociedades de inversión que después se convierte en financiamiento para diferentes obras.

Otro caso es el #Naim. Su cancelación echó a la calle a más de 40,000 trabajadores pero además se devolvieron dólares a inversionistas y dio una mala señal a los empresarios globales que perdieron la confianza en la seriedad del gobierno.

Cancelar la compra de medicinas para tener dinero y repartirlo clientelarmente a millones de beneficiarios inscritos en el “censo del bienestar” tampoco fue una medida responsable.
Según el gobierno, la inseguridad se va abatir repartiendo becas y no comprando equipo para la seguridad (el presidente ha dicho que no hacen falta los helicópteros artillados). Los policías y los militares son cada vez son menos respetados, están limitados en el aspecto salarial, sus vehículos no cuentan con el mantenimiento adecuado y tampoco tienen suficiente presupuesto para los operativos.

¿De verdad es una austeridad republicana la que sacrifica la salud y la seguridad de un país para  regalar masivamente dinero?  ¿El gobierno debe sacrificar las medicinas y los insumos que necesitan los militares y policías? Esperamos que los jóvenes y todos aquellos que reciben los caudales de impuestos  entiendan el sacrificio que hacen los mexicanos para que tengan una beca. Ojalá usen esos recursos de manera inteligente.
@basiliodelavega          3 de junio de 2019

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