Estamos en la recta final de
la elección que definirá al próximo Presidente de México y en los últimos días
se ha venido gestando un lamentable encono entre la sociedad mexicana que en
nada contribuye a las soluciones que necesita nuestra nación; expresiones
auténticas mezcladas con intereses de partidos que van a la zaga del candidato
del PRI, Enrique Peña Nieto, están profundizando la división entre los
mexicanos.
Esto abona a la muy grave
situación que vive nuestro país, donde la falta de seguridad y la violencia
mantienen a los mexicanos con miedo; no hay crecimiento económico ni empleo ni
oportunidades de progreso. El Partido Acción Nacional nos ofreció un cambio que
nunca hizo realidad y por el contrario ha provocado tristeza y dolor en
Veracruz y en todo el país, con una guerra sin estrategia que hoy no sabe como
terminar.
Ante este panorama sombrío,
considero que es nuestro deber enfatizar que hoy por hoy, el único camino para
que México pueda superar sus problemas es la Unidad de todos. Es urgente que
los mexicanos unamos fuerzas para ganar la batalla contra la delincuencia
organizada, así como las demás batallas que debemos ganar, como la Pobreza, la
Educación, el Empleo bien pagado, la Salud, la Migración, la Productividad,
etc.
Los veracruzanos debemos
distinguir con claridad cuál es el candidato que nos hace verdaderas propuestas
y convoca a la unidad y cuáles candidatos se la han pasado agrediendo,
difamando y tratando de enlodar un proceso que debe ser respetuoso y
democrático.
Lo importante no es llegar a
ser Presidente, sino saber qué hacer para lograr un auténtico cambio y cómo
hacerlo. Invito a todos a que analicemos con detenimiento aspectos muy
significativos que inciden en la campaña presidencial.
Nuestro candidato Enrique
Peña Nieto ha sido muy respetuoso, porque así debe ser el próximo Presidente de
la República. Él nunca ha dicho, por ejemplo de dónde se ha mantenido Andrés Manuel
López Obrador estos 6 años, recorriendo el país en avión y gastando en
publicaciones, comidas, viajes, etc.
Peña Nieto tampoco le ha
dicho a Josefina Vázquez Mota porque si hoy ataca a Elba Esther Gordillo nunca
hizo nada cuando fue Secretaria de Educación, o por qué el resultado tangible
de su paso como titular de la SEDESOL es ni más ni menos que 12 millones de
nuevos pobres en México. Hoy de manera oportunista el PAN y su candidata atacan
a los líderes sindicales con quienes ha sostenido una alianza durante 2
sexenios. Eso es hipocresía y perversidad.
Si usted me lo permite amigo
lector, formularé algunas preguntas que, considero indispensable, debemos
hacernos antes de votar:
¿Por qué hoy el PAN ya no
dice que Andrés Manuel es un peligro para México? ¿Será porque está esperando a
ver si sube a primer lugar para atacarlo?
¿Será posible que con
Josefina o con Andrés Manuel, México salga adelante, si se odian y siempre se
han atacado (desde 2006) y sólo se unen por conveniencia pasajera contra el
PRI?
México necesita un cambio de
verdad para tener un nuevo rumbo. Ningún partido ni hombre solo podrá sacar a
México de sus problemas. Es urgente la Unidad y sólo Enrique Peña Nieto tiene
la calidad moral para convocar a los mexicanos a la Unidad, porque él no
promueve el odio ni los ataques ni la división entre los mexicanos.
Seguramente usted coincidirá
conmigo en que lo que está en juego no es quien ganará la elección sino el
futuro de México, y en ese contexto el PAN y el PRD son muestra fehaciente de
que sólo saben atacar con odio visceral. Entonces: ¿Queremos otros 6 años de divisiones,
odio, violencia y muerte entre los mexicanos? ¿Queremos que México siga estancado
sin inversiones, sin empleos, con escuelas y hospitales públicos de dudosa
calidad?
¿Queremos que Veracruz y
México sigan paralizados sin los cambios necesarios y con alguien como el
actual presidente odiado por los diputados y senadores, por déspota, grosero y
autoritario, obsesionado con el poder sin importarle sembrar odio entre los
mexicanos?
Ante ello insisto en mi
planteamiento: hay que pensar muy bien antes de votar. Por nuestro lado expongo
mis argumentos porque estoy convencido que en el PRI sabemos cómo volver a unir
a México. Lo hicimos después de la lucha armada revolucionaria, cuando
pacificamos a la nación y lo vamos a hacer otra vez a partir del próximo año.
Un apunte más: en el PRI
aceptamos el mandato de las urnas en 2000. Hemos sido una oposición respetuosa
y garantizamos el equilibrio de la nación cuando en 2006 el PAN y el PRD
estuvieron a punto de incendiar a México por su obsesión de apoderarse de la
Presidencia de la República. En mi opinión, todo lo anterior debe ser
considerado para determinar quién es la mejor opción para nuestro país y
favorecerlo con el voto el próximo primero de julio, recordemos en todo momento
que está en juego el futuro de nuestros hijos.
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