(TOMADO DE www.urgente24.com)
AREA X (Especial para Urgente24) – A partir del libro “Las 100 profecías de Rasputín”, de un tal Andréi Brestski, el mítico consejero de la zarina de Rusia, habría indicado que
“Las lágrimas del Sol caerán sobre la Tierra como chispas de fuego,
quemando a personas y plantas (…) Un gran dragón derramará mucha
sangre”.
Dichas predicciones sobre el “juicio final” ocurrirían con una gran
tormenta el 23 de agosto, lo que sumado a lo dicho por algunos
científicos sobre las llamaradas solares que deberían caer este año, ha
tenido algo de sentido para algunas personas. Según Brestski, Rasputín
advirtió que “el fuego devorará la vida en la Tierra, y después de
ello la vida en la Tierra morirá y en ella reinará el silencio de las
tumbas”.
¿Qué reconocimientos tiene Rasputín (Gregori Yefimovich Rasputín)
para creerle? Muchos podrían dudar, con razón, de esta teoría, pero no
se puede desconocer que a este “mago loco” se le atribuyen poderes
mágicos con los que habría curado al hijo del Zar mediante hipnosis y
habría predicho la muerte del Zar Nicolás II, quien fue ejecutado.
Por otro lado, existe un libro llamado “La profecía 2013″, de
Francesc Miralles. Sin demasiadas originalidades dentro del subgénero
del thriller esotérico, el libro trata sobre el hallazgo de la
correspondencia entre el conocido psicólogo Carl Gustav Jung y un
estudioso de la cábala. ¿El tema de las cartas? Nada más y nada menos
que el fin del mundo, que estaría situado precisamente en el año 2013,
conclusión a la que se llegaría mediante unos cálculos numéricos basados
en la Biblia.
La trama incluye la típica secta que roba los manuscritos y el
intento de provocar una catástrofe que dé lugar a una nueva humanidad,
aprovechando el tema de las profecías. Algo más de 400 páginas que, por
cierto, vieron la luz en 2008, así que no podemos hablar de aprovechar
el tirón de la fiebre apocalíptica del año 2012.
Y la verdad es que ya había olvidado la novela… hasta que hace unos
días me enteré de la primera profecía “importante” que ha saltado a la
actualidad. ¿No se ha enterado? Tranquilo, no se pierde nada. Además,
ahora mismo la resumo. El protagonista esta vez es Rasputín, el famoso
monje ruso Gregori Yefimovich Rasputín (1869-1916).
Además de controvertido místico, sanador, farsante e iluminado, el
extraño consejero de la familia real rusa se atribuía a sí mismo el don
de profecía. Y, entre otras cosas, ahora parece que habló de una
“terrible tormenta”, afirmando que “el fuego devorará la vida en la
Tierra, y después de ello la vida en la Tierra morirá y en ella reinará
el silencio de las tumbas”, tal como se lee en algunos medios de
comunicación. ¿Cómo se sabrá que llega el final?, podemos preguntarnos.
Pero Rasputín también nos lo aclara: “Jesucristo volverá a la Tierra
para advertir a la humanidad del inminente desastre y para consolar a
la gente, y posteriormente ascenderá al cielo”.
Lo primero que hay que preguntarse cuando uno se encuentra con estas
cosas es la veracidad de esa atribución: ¿de verdad dijo o escribió eso
Rasputín? Porque los textos publicados infunden temor y temblor. Además
de los ya copiados, otros nos dan igualmente miedo ante la catástrofe
inminente: “lágrimas del Sol caerán sobre la Tierra como chispas de
fuego, quemando a personas y plantas”, o “un gran dragón derramará mucha
sangre”.
¿De dónde viene todo esto? La fuente directa es un libro
escrito por el ruso Andréi Brestski, titulado 100 profecías de Rasputín.
Una obra imposible de encontrar en Internet, más allá de las
referencias de algunos medios digitales. No hay mayores datos sobre el
libro ni sobre su autor. Lo más interesante que he hallado es un resumen
de las profecías del monje ruso, pero no tienen que ver con el tal
Brestski y, además, están escritas en su idioma.
En AreaX recientemente presentamos una de esas profecías, que podría
haber estado relacionada con la marihuana. A continuación reiteramos
otra serie de profecías del monje ruso, para que cada lector interprete y
juzgue como crea conveniente:
- “El útero de la mujer será como la tierra de los ríos;
estériles serán ambos. Y ello será incluso una gracia, porque el útero
no estéril y la tierra no estéril parirán monstruos. Día desventurado
será aquél en que el útero materno será comercializado, como se
comercializa la carne de los bovinos. En este tiempo, el hombre,
criatura de Dios, se convertirá en criatura de la ciencia”.
- “Los hombres están caminando hacia la catástrofe. Serán los
menos capaces quienes llevarán las riendas. Así será en Rusia, igual que
en Francia, en Italia y otros lugares… la humanidad será aplastada por
el alboroto de los locos y de los malhechores. La sabiduría será
encadenada. Serán el ignorante y el prepotente quienes dictarán la ley
al sabio y también al humilde. Y después, la mayor parte de los hombres
creerán en los potentes y no creerán más en Dios… el castigo de Dios
llegará tarde, pero llegará”.
- “Toda revolución pretende romper las cadenas de la esclavitud,
pero una vez rotas, ya están preparadas otras cadenas… desde los tiempos
de las cavernas nada ha cambiado. Y nada cambiará, porque siempre se
impondrá el más artero, el más astuto y, a menudo, el más corrupto. Y
según la condición del pueblo, llevará el vestido de la dictadura o de
la democracia. Pero el hombre será siempre esclavo, aunque tenga la
ilusión de ser libre…un día resurgirá el hombre libre, pero el pueblo
será siempre”.
- “La cruz será arrojada en la bodega. Los martillos golpearán
sobre los altares y las llamas devorarán las iglesias… así comenzará la
caza de la serpiente. Pero el buitre confiará la espada a una nube, que
matará a la serpiente durante la tercera luna. El buitre se encarnizará
después contra sus gusanos, hasta que perezca… cuando el establo esté
lleno de bueyes, se abrirán las puertas, y entonces; adiós santa ¡adiós,
santa de las santas! esto sucederá en el tiempo del sol… de la cruz se
blas”.
- “En ese tiempo volverán los grandes sembradores para esparcir
la simiente. Pero una parte de la tierra estará humeante y un tercio de
la simiente se quemará. Otra parte de la tierra será estéril y la
simiente morirá. Pero la tercera parte dará cosechas tan copiosas como
nunca habían sido vistas sobre la tierra. En este tiempo, toda la tierra
estará bajo el signo de un evangelista, la gran isla estará bajo la
sombra del león; pero el león perderá las garras, la tierra justa y el
corazón de Europa”.
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