Vivir en el Golfo
DE REGRESO A LA REALIDAD
Por fin, luego de una intensa semana de carnaval, con dificultad pude abrir mis ojitos en el horario de siempre, pero sólo para darme cuenta que estoy de regreso a la triste realidad, el dólar sigue acariciando los 20 pesos, los precios están por las nubes y un Yunes será gobernador... Sí, es verdad, todo fue un sueño.
Si el carnaval hubiera tardado un día más, me hubieran tenido que ir a recoger al bule y aplicarme directo a la vena un frasco de suero, de esos que dicen Master Blend.
Porque una cosa debemos reconocer, nos divertimos gracias a que el carnaval de Veracruz lo hacen los Jarochos con su alegría, los vendedores con su disposición a no darse por vencidos y salir adelante, los comparseros con sus ganas de lucir, los diseñadores que le apuestan al colorido, los músicos que no dejan caer la tradición melódica que nos define como habitantes del caribe afines al verso y al son, los hombres y mujeres de la tercera edad con bailes tradicionales en un esfuerzo más por preservar la tradición jarocha, los reyes que hacen suya la monarquía en el reino de la alegría.
Pero si nos atuviéramos a que el sector oficial nos resolviera lo único que no nos han podido quitar, el derecho a divertirnos por nuestra cuenta, no habría espacio dónde aventar tantos resabios que nos han dejado.
Así que mejor aprovechamos, no sea que mañana se den cuenta diputados y senadores y se reúnan para autorizar un nuevo impuesto por la risa, total, luego justifican que levantaron el dedo porque es para nuestro beneficio, no sea que la risa provoque infartos ¿Verdad Saldaña? ¿No es así Paquito?
Y es que para todo hay justificaciones, que si les renuncia la princesa, pos es que es una chamaca malagradecida que le falta el respeto al carnaval; que si el carnaval estuvo feo, es porque hay gente que en redes sociales les quiere empañar su fiesta: que los graderos son una bola de abusivos… No pos si, para echarle la culpa a otros de nuestra desgraciada incompetencia somos regüenos.
Y lo peor, con ese tema seguimos soportando un carnaval viejo, anquilosado, con los mismos errores y deficiencias de siempre y todo porque el carnaval lo ven como un negocio pagado con dinero público.
En cualquier empresa privada nos dan las gracias por la misma ineficiencia y falta de resultados, en cambio acá hay que aguantar a un grupúsculo que ya se enquistó ahí, desde modistos, organizaciones y directivos. ¡Ya chole con eso coño! Si en verdad quieren ayudar a los amiguetes es mejor que les paguen, no hay bronca, pero que se hagan a un lao porque nos están afectando a la mayoría con este carnaval de rancho.
Y por favor, ya no le pregunten al Jarry Grapas por su carnaval internacional de primer nivel, es mejor que deje ese asunto y se dedique de lleno a su campaña para diputado al congreso, ahí si sus errores son oficialmente bien aceptados y perdonados. ¿No?
Veracruz es arte, dicharacha, son, cultura, historia, tradición, improvisación, agilidad mental, música, donde quiera que se pare un jarocho es aceptado como sinónimo de buen ánimo y ejemplo de saber vivir la vida, por algo vivimos en el golfo y somos Caribe ¿No?
El jarocho ha sabido crecer solo, y como Yuri, que por el mundo va gritando con orgullo su origen porteño, el veracruzano deja huella donde quiera que se pare, por eso cuando el enemigo ha pisado nuestras tierras no se ha ido sin probar la valentía y el arrojo del jarocho, nacido en este sagrado pueblo y que no le ha temblado la mano para defender su tierra, su patria.
Cuando los de fuera pregunten sobre el carnaval de Veracruz, saldremos a decir que estuvo bien, pero acá entre nosotros sabemos que no fue así y que todavía hay muchas cosas por resolver.
EL DESFILE DE LAS ROSAS
Mire usted, el 6 de enero de cada año en la ciudad norteamericana de Pasadena, California, se realiza el majestuoso desfile de las rosas, carros de primer nivel, objetivos ambientalistas y diversión infantil, el desfile se realiza una sola vez y es digno de transmisión internacional. Los que hemos tenido la fortuna de presenciarlo sabemos que le falta la alegría y algarabía del jarocho. Digo, les puedo apostar que aquí le entra más dinero y el festejo dura una semana ¿No creen que pudiéramos llegar a aspirar a algo así? Ah claro, habrá quien diga que estoy soñando despierto, pero si nos comparamos con el carnaval de Sancirindango, pues ya estuvo que nunca vamos a salir de este nivel en el que nos quieren seguir teniendo ¿No creen?
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