ARTICULISTA INVITADO:RODOLFO HERRERA

Vivir en el Golfo

LA LEY ELECTORAL, JOVEN PERO VIEJA…

     Como casi todo en la política, la ley electoral no escapa del engaño, la mentira, la farsa, todo lo que a los mexicanos les cuesta una millonada de dinero, ante lo cual los partidos y sus políticos son cómplices y no están dispuestos a hacer nada por evitarlo.

     Es mucha la gente que nos ha preguntado por qué en sus promocionales, los precandidatos a gobernadores al final de sus mensajes anuncian que se trata de “publicidad dirigida a los miembros de su partido”, “a la comisión interna de delegados de su partido” o “a los miembros activos de sus partidos”, pero que al final los que nos fletamos a escucharlos a güevo, somos los ciudadanos.

     Le explico, la ley electoral contempla que los aspirantes, a gobernador por ejemplo, tienen autorizado un periodo de precampaña para que los conozcan los miembros activos de sus respectivos partidos y los elijan como candidatos, lo cual es una barbaridad,

     ¿Usted cree que los militantes del PAN y del PRI, desde Las Choapas hasta Tampico Alto, no saben quién es su candidato? ¿Cree usted que ignoren que por la alianza PAN- PRD va Miguel Ángel Yunes Linares y por el PRI-PVEM y demás va Héctor Yunes Landa?

      Todo es una vil mentira, porque los militantes ya saben quién es su candidato, entonces para que nos engañamos con el rollo ese de las precampañas, digo, tenemos no menos de 10, 15 o 20 años escuchando sus nombres ¿O no?

     Ah, pero la misma ley indica que si alguno de los precandidatos no tiene un contrincante de su mismo partido, entonces se convertiría en candidato único y no tendría pretexto para hacer esa precampaña ¡Coño! Por qué no nos dejamos de cuentos y olvidémonos de esa farsa, que inicien formalmente las campañas, que es lo que realmente han estado haciendo esos actores políticos desde hace dos sexenios ¿No es verdad?

    Fíjese bien, por esa hipocresía electoral, nos tuvimos que inventar a dos precandidatos paleros, uno del PAN de nombre Rafael Abreu Ponce que era un funcionario menor de Boca del Río y el otro, del PRI, Héctor Herrera Bustamante, ninguno de los dos pintan y solo sirven para poderse meter a la precampaña, de lo contrario, el candidato a gobernador tendría que guardar silencio de aquí hasta que dé inicio oficial de la campaña.

    En cambio ahora hay que gastar más dinero del pueblo para promover a dos fulanos que no van a pintar ¿Cree usted justo eso? A final de cuentas todos sabemos quiénes serán los candidatos.

     Mire usted, nuestra democracia no tiene muchos años, el verdadero revolcón inició con el movimiento cardenista del 87, o sea es joven, pero actúa con los mismos métodos viejos, anquilosados y arcaicos, que terminan beneficiando a los partidos y sus políticos.

     Todo sería diferente si los partidos y los representantes de partidos y consejeros, que tenemos ahí sentados en el organismo electoral succionando el presupuesto cual becerros a la ubre, se pusieran de acuerdo para evitar esa costosa farsa e irnos al grano, todos arrancaron antes de tiempo, todos de alguna u otra manera juegan con este engaño que sangra al pueblo.

     Y en los demás partidos, que los habré de mencionar antes de que se me vengan encima los ociosos de la democracia en áreas de confort, también andan en las mismas.

    De Movimiento Ciudadano propiedad de Dante Delgado, el candidato Armando Méndez de la Luz ya ha sido de todo, incluso alcalde de Xalapa ¿Lo conocen o no?

     De Morena cuyo dueño es “el Peje”, su candidato Cuitláhuac García desde que ganó la diputación federal en junio pasado no ha hecho otra cosa que promover su imagen ¿Entonces a qué jugamos?

     Si en realidad queremos fortalecer la democracia, ese tipo de prácticas no deberían de existir.    

EL PIPO VA POR EL PES

     Ex dirigente estatal del PAN, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas “El Pipo”, abandonó ese partido donde estaba en plenos acuerdos con la disidencia panista y se unió al PES dejando a los panistas inconformes colgados de la brocha. Los próximos días veremos si el Pipo es candidato que juega para ganar o si pertenece al bloque de la contracampaña, de ser así, habrá abusado la confianza de Encuentro Social y su dirigente el diputado Gonzalo Guízar Valladares, con un alto costo, pues en breve el PES habrá de requerir votos para conservar el registro.

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