Ahora que nos encontramos en un período de abstinencia de difusión de la propaganda de los candidatos a la presidencia, resulta interesante el análisis de algunas de las mentiras ocultas por las empresas encuestadoras, que “maquillan” sus datos de acuerdo al cliente que las patrocina, como claramente se explica en el libro “Como mentir con estadísticas”.
Este es el título de un libro muy popular, escrito en los 50s, que debería ser texto obligatorio en las escuelas para evitar los engaños de tecnócratas quienes creen que con simples manipulaciones pueden desviar a la opinión pública. Agregando a ello la tendencia de la mayor parte de la gente a dejarse apantallar por la contundencia de unas matemáticas que no comprenden, se tiene la fórmula de la mentira perfecta.
Recientemente se han publicado encuestas, apoyadas en vistosas gráficas, en donde quizá exista alguna intención no muy velada de sembrar una cierta desesperanza al respecto de la elección del 2012. Parece querer presentarse como un asunto cerrado, dada la magnitud de la ventaja de uno de los contrincantes que puede apreciarse en las gráficas. Pero mirando un poco hacia las notas de pie de página vemos que estas gráficas apenas representan una parte de la historia. Por ello es que escribo este post para ver the big picture.
El capítulo 5 del libro Como Mentir con Estadísticas nos enseña como ajustando los parámetros de una gráfica es posible manipular la percepción de quien la mire sin tener que falsear los datos. Así, una ventaja mínima por parte de un candidato, puede representarse como una ventaja inalcanzable sin tener que decir mentira alguna, dejando que sea el lector quien se engañe a sí mismo.
Veamos, la gráfica que presenta Mitofsky se ve más o menos así:El mensaje es claro: All your base are belong to us. Resistance is futile. Es decir, ya ni que hacer, una ventaja así no hay ni como remontarla.
Pero viendo la letra chiquita, dice textualmente: No suma 100% debido a que no incluye al 22% que no declara preferencia.
¡Ajá! Veamos ahora la gráfica agregando este dato:Al introducir a este cuarto actor, aquel que aun está indeciso, vemos que la "incalcanzable" ventaja que se quiere representar en la primera gráfica quizá no es tal. Basta encimar la barra morada sobre la azul o la amarilla para imaginarse una carrera muy cerrada.
Pero vayamos más allá. Al final del documento de Mitofsky hay una cifra que resulte quizá la más reveladora de todas: 51.7% de los entrevistados rechazan la entrevista, son los "No sabe/No contestó".
Las razones pueden ser múltiples: "No sé, no me esté molestando, tengo trabajo"; "No está mi mamá"; "Mejor no contesto, no vayan a ser los Zetas". Es decir, en este universo de rechazo a la entrevista hay votantes, gente real que por alguna razón u otra no contesta la encuesta.
Asumimos pues que el 48.3% que conforman el universo de los que responden son, por un lado los que claramente apoyan a un partido, su voto duro; y por el otro, los que cuando llegaron los encuestadores no tenían nada mejor que hacer y viven en zonas donde el miedo no cabalga prepotente.
Así que, veamos la gráfica completa, the big picture:
Oh-oh. Parece ser que visto así, el uso propagandístico de esta gráfica es inútil. No dice en verdad mucho al respecto de por donde irá la elección, sobre todo si llegado ese día la participación ciudadana es amplia y vigorosa.
Dado el lamentable estado en el que se encuentra el país, con índices de percepción de corrupción gubernamental aun peores de los que hubo cuando la sociedad se volcó a "sacar al PRI de los Pinos", pero con el enorme agravamiento de la violencia que vivimos hoy en día más un estancamiento en todos los rubros que importan al ciudadano -desde crecimiento económico hasta calidad de salud y educación- podríamos especular que quizá en 2012 la participación ciudadana también superará el 60%. Digamos que "sacar al PAN de los Pinos" podría ser un aglomerador del voto en 2012.
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