Para muchos mexicanos el 2019 ha sido un año de logros, de realizaciones y en algunos casos también de frustraciones o problemas. Si se hace un balance de lo bueno y malo, se puede poner de un lado la salud, los estudios alcanzados, el encuentro con un amigo, la meta familiar obtenida, la adquisición de patrimonio, algún viaje realizado, la solución de problema, la obtención de trabajo, etc. Y en el otro, la pérdida de un familiar o amigo, el desempleo, perdidas en el negocio, padecer una enfermedad, no haber cobrado el aguinaldo etc.
La mejor manera de conocer nuestra realidad personal es hacer una lista por escrito, en la máxima intimidad posible, de “bendiciones” y de “pendientes”. Es sorprendente comprobar que recibimos mucho más de lo que damos o de lo mucho que tenemos agradecer a Dios. En familia, durante el tiempo de navidad o fin de año, ese ejercicio es muy común al calor del hogar. Como comunidad, también solemos hacer un balance de lo alcanzado, lo perdido y lo pendiente en el año. Ahora con las redes sociales, y las nuevas tecnologías de la información, es más sencillo compartir como percibimos a México, Veracruz o nuestra ciudad Xalapa por ejemplo.
En lo nacional, las personas de la tercera edad hoy reciben recursos que son fundamentales para su vida, muchos ciudadanos que nunca habían participado en el gobierno se han incorporado al servicio público y el país en general llega a diciembre con un peso fortalecido y baja inflación.
Por otro lado, desde la cancelación del #NAIM la desconfianza de los inversionistas nacionales e internacionales ha crecido, la economía se ha estancado y sectores como la Industria de la construcción y automotriz han decrecido, se perdieron las estancias infantiles, desapareció el seguro popular así como los pueblos mágicos y la reducción de los salarios y prestaciones de muchos burócratas ha provocado caída en el consumo. Lo peor es la división sembrada en la sociedad desde el poder.
Está pendiente y es muy grave, combatir la delincuencia y alcanzar la seguridad de todas las familias, que la educación sea de calidad y que los servicios de salud sean eficientes y cuenten con todas las medicinas necesarias entre otras cosas.
En el plano estatal, se ha mejorado la calificación de las finanzas públicas y también muchas personas que no tenían acceso a ocupar un puesto en el gobierno hoy tienen empleo, sin embargo, muchos servidores públicos han visto disminuidos sus ingresos por la austeridad, los despidos gubernamentales han dejado sin trabajo a muchos, no se realizan suficientes obras públicas y los servicios de salud no han podido con el Dengue. Es grave la falta de sensibilidad política y la exclusión.
Sigue pendiente la seguridad pues el estado de Veracruz es uno de los más sangrientos, está pendiente que continúen las obras de ampliación del puerto de Veracruz y las relativas al circuito Transísmico para mejorar la oferta de empleo por citar solo unos ejemplos.
En el municipio, por primera vez se inició el bacheo de calles y se han realizado algunas acciones en colonias. No han podido formular la planeación de las obras públicas en tiempo y forma causando estragos económicos a muchos comercios y los proyectos ejecutivos son deficientes pues generan inmovilidad, el diálogo con la sociedad civil es escaso y no hay suficiente apertura hacia organismos intermedios. Sus principales pendientes tienen que ver con la deteriorada imagen urbana y los deficientes servicios de limpia pública como drenaje y alcantarillado y en especial de la señalización urbana.
Esperamos que todas las opiniones ciudadanas sean estudiadas para que los tres órdenes de gobierno tomen lo mejor de ellas y de esa forma México cambie para bien y cada año sea uno ganado y no perdido para todos.
Twitter: @basiliodelavega 16 de dic. de 2019
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