TIERRA DE BABEL
Es-cena del crimen
Cuando asesinaron a su hijo, Javier Sicilia decidió dejar de escribir poesía. Cuando murió su esposa, Fernando Savater dejó de escribir. Entiendo, pero lamento tales determinaciones: nos perdimos de más místicos poemas, en el primer caso, y de penetrantes reflexiones filosóficas, en el segundo. Duele, desde luego, la ausencia del ser amado, sea la forma como nos los arrebata la muerte. Pero que le quiten la vida así porque así a la persona querida, sencillamente provoca llanto incontrolable y furia. Mas no se puede –para algunos- contestar de la misma manera, no el “ojo por ojo” porque quedaríamos ciegos.
La violencia ya es cotidiana: las cruces, veladoras y las cintas donde se inscribe “escena del crimen”, se multiplican a cada rato y en cualquier esquina, tanto que llego a decir: “es cena de los criminales” y es festín. Sicilia no se calló, continúa en la lucha. Savater se refugió, quiero creer, en la lectura y la soledad, pero ahí están sus escritos.
¿Cuándo vamos a reaccionar? ¿Qué podemos hacer? Perder el miedo y gritar, movernos. ¿Quién empieza? Ver en calma un crimen, es cometerlo, dijo José Martí. Eso estamos haciendo. ¿Dónde el asombro? Escena de la cena y festín de los malosos y pagarán justos por pecadores. Sí es una escena que sólo vemos hasta que nos toque ser los actores: víctimas. ¿Y los daños colaterales? Nadie sabe, nadie supo, nadie sabrá…
Caída libre hacia el abismo. ¿Hay paracaídas? Hay dolor y confusión: eso es lo que quieren. “La presencia no es nada. La ausencia todo”, no recuerdo quien lo escribió.
De cinismo y anexas
En estos tiempos hace falta reflexionar, crear, reír. Por eso, dado un tiempecito que me gané en el trabajo para serenarme –¿se podrá?-, reacomodo mis libros y releo los epígrafes de algunos de ellos; les comparto.
El agua del nadador que la divide.- Carlos Pellicer, en Albercas, de Juan Villoro.
La vida hay que vivirla hacia adelante, pero sólo se puede comprender hacia atrás.- Kierkegaard, en En movimiento, de Oliver Sacks.
Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.- Johnathan Swift, en la Conjura de los necios, de John Kennedy Toole.
Y trató de imaginar cómo se vería la luz de una vela cuando está apagada.- Lewis Carroll, en Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera infante.
Del libro La tabla de Flandes (delicioso juego inteligente de ajedrez narrativo), de mi admirable tocayo Arturo Pérez-Reverte les dejó algunos epígrafes que utilizó en cada capítulo:
Dios mueve al jugador, y éste la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?.- Jorge Luis Borges.
Entonces, Watson –dijo Holmes-. ¿No resulta curioso comprobar cómo, a veces, para conocer el pasado, es preciso conocer el futuro?.- R. Smullyan.
Dije: hay que reír. Les comparto algunos chistes citados por Samuel Schmidt, en En la mira. El chiste político en México:
**¡¡¡La sexta boda!!!
Va una mujer a visitar al padre Andrés y le comenta: padre, quisiera que me diga cuál es la fecha más cercana para que oficie una boda. Ya tenemos todo listo: los padrinos, el vino, la orquesta y, por supuesto, también el más hermoso vestido blanco que usted jamás haya visto.
Responde el sacerdote en un tono oscilante entre la reprimenda y el recordatorio:
-Hija, tú no puedes casarte por la Iglesia, y mucho menos de blanco. ¡Ésta es tu sexta boda!
-Sí puedo padre, ya que nunca se ha consumado realmente el matrimonio. Le voy a explicar:
La primera ocasión, me casé con un hombre de la PGR: puras pinches calentadas.
La segunda vez me casé con un hombre del PRI: puro dedazo.
La tercera, fue con un hombre del PRD: pura lengua.
En la cuarta, con un hombre del PAN: al principio iba bien y, ya estando arriba, se apendejaba.
En la quinta, me casé con uno del Congreso: puras mamadas.
Pero en esta ocasión será diferente puesto que me casaré con uno de Hacienda: ¡¡¡Y esos cabrones te cogen porque te cogen!!!
**
-Según las ultimas noticias, el Papa ha hecho público su deseo de ser enterrado en México cuando muera, ¿sabes por qué?
-Pues, para morir como Jesucristo, rodeado de ladrones.
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-¿En qué se parece el gobierno a la mafia?
-En nada, porque la mafia está bien organizada.
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El presidente envía a uno de sus colaboradores de confianza al primer campeonato mundial de corrupción. El ayudante llama por teléfono y dice:
-Tengo buenas noticias, señor presidente, quedamos en segundo lugar.
-Esas no son buenas noticias-responde el presidente.
-Bueno, íbamos en primer lugar, pero nos arreglamos para quedar en segundo.
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Cuando el alcalde del pueblo hace una pausa durante la inauguración de una fuente, un “queda bien” grita:
-¡Me Adhiero! ¡Me Adhiero!
Ante esta expresión, el munícipe responde:
-A petición popular, esa fuente se convertirá en miadero.
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Un amigo le dice a otro:
-Recién regresé de un congreso donde hablaron de la deducción inductiva, ¿tú sabes qué es eso?
-No-responde el amigo.
-Bueno, te voy a explicar. ¿A ti te gustan las peceras?
-¿Las que se manejan?
-No, hombre, no seas tonto. Las peceras donde hay peces.
-Sí, sí me gustan.
-Si te gustan las peceras, te gustan los peces.
-Sí, sí me gustan.
-Si te gustan los peces, te gusta el océano.
-Sí, me gusta mucho el océano.
-Si te gusta el océano, te gustan las playas.
-Me encantan las playas.
-Si te gustan las playas, te gustan las muchachas en bikini.
-Me fascinan las muchachas en bikini.
-Si te gustan las muchachas en bikini, te gusta acostarte con ellas.
-Claro, me fascina acostarme con ellas.
-Bueno, pues eso es la deducción inductiva.
El amigo se va satisfecho con la respuesta, se encuentra a otro amigo y le pregunta:
-Oye, ¿sabes qué es la deducción inductiva?
-No, no lo sé, explícame.
-¿Te gustan las peceras?
-¿Cuáles, esas que manejas?
-No, hombre, ésas que tienen peces.
-No, no me gustan.
-Pinche maricón.