OPORTUNIDADES Y RETOS.
¿QUÉ TAN MAL ESTAMOS? ¿QUÉ HACER?
Imprescindible escuchar y atender a ciudadanía y sociedad, fomentar su
participación e incorporar, desde quejas hasta propuestas, de continuidad a
cambio, de reconocimiento a
crítica. Hacer realidad transparencia y rendición de cuentas, Justicia y combate a la impunidad.
Y también, al mismo tiempo, es importante fortalecer el diálogo y debate
públicos, sobre todo, propiciados y
sostenidos en espacios autónomos y de voces libres.
El cambio empieza por evitar seguir solo
en más de lo mismo.
De ahí, oportuno hacer extensiva la
invitación a asistir y participar en el Coloquio Veracruz: Crisis, Alternancia y Resistencias,
los días 7 y 8 de septiembre de 2016 en la USBI Xalapa.
Convoca, el cuerpo académico “Estudios
Sociopolíticos” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la
Universidad Veracruzana, “mismo que impulsa, junto con diversas organizaciones
civiles y sociales, la realización de un foro estatal para analizar las causas,
dinámicas y efectos de la profunda crisis social, económica y política que ha
vivido Veracruz en los últimos seis años”.
Entre los objetivos señalados, destaca,
el de “crear el precedente de un espacio público autónomo que sirva de foro
crítico y de construcción de propuestas desde la academia y la sociedad”.
Aunque a decir verdad, desde otra
perspectiva y con un poco de memoria, también puede considerársele a este
evento académico a realizar, como la
continuidad de un esfuerzo, cuyo antecedente similar es otro Coloquio, también organizado por el mismo Instituto, hace seis
años, sobre el mismo tema central: situación y perspectiva de Veracruz.
Antecedente, a comentar más adelante.
HISTORIA
DE CORTA MEMORIA Y UÑAS MUY LARGAS.
No hay un buen gobierno, cuando su
administración no funciona y su previsión no existe. Peor cuando a todo lo
sustituye con simulación, improvisación, ocurrencias y caprichos. Cuando casi
con dedicación y obstinación enfermiza,
se deteriora, limita y tuerce el Estado de Derecho.
Se dijo y se dice con toda claridad, que
las cosas en Veracruz van de mal en peor.
Predomina el silencio como respuesta; la
simulación como distracción; y el aprovechamiento para beneficio propio,
familiar y de grupo. Esto y más, como
preocupación central y dedicación
fundamental de quienes forman parte de los diversos ámbitos de gobierno. Desde
luego, justas y merecidas excepciones aparte.
De ahí que es objetivo recocer, un
evento que hoy forma parte de la Historia de la entidad, al haberse constituido
como fuente de consulta de ideas, estudios y opiniones de la academia, la
organización social no gubernamental y el pensamiento libre.,
Me refiero al que hace
seis años, en junio se realizó
como el Coloquio Veracruz 2010,
organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la
Universidad Veracruzana; y publicado como Veracruz en crisis, en octubre de 2012, gracias al esfuerzo de
Alberto J. Olvera, Alfredo Zavaleta Betancourt y Víctor Andrade Guevara; todo
en cuatro volúmenes en los que se muestra la realidad política, económica,
social y cultural de Veracruz.
Pertinente citar algunas palabras, de
quienes coordinaron y recopilaron los trabajos presentados y hoy
constituyen importante referente
histórico.
“Dicho evento tuvo el mérito notable de
constituirse en un espacio de diálogo franco y abierto sobre la realidad
política, social, económica y cultural de la entidad. A diferencia de la
realidad distorsionada que se ha construido en los medios de comunicación, en
el contexto de los procesos electorales locales celebrados ese mismo año, el
coloquio mostró sin tapujos la realidad lacerante y compleja de Veracruz, y nos
permitió entender mejor los formidables retos que enfrenta la entidad para
impulsar la tan propuesta democratización de la vida pública, localizar formas
y vías de desarrollo sustentable y resolver sus ingentes problemas de orden
ambiental y social…”
DESASTRE ANUNCIADO, MAL ATENDIDO O
IGNORADO.
Por lo pronto, desde 2010 y mucho antes,
en Veracruz el malestar aumenta, en muchas formas y sentidos con toda razón.
Demasiados hechos muestran y demuestran como la situación sigue empeorando.
Indiscutible la reiterada presencia de
la indignación social y la creciente protesta pública.
Innegable que desde hace años hubo y hay, muchas voces de alerta y llamados a la
atención de las necesidades y los problemas de los veracruzanos, pues en muchas
formas inconformidad y hartazgo se dejaban y dejan sentir, en plazas, calles, aulas y en todas partes, en
medios y comunicadores con compromiso social, por grupos, asociaciones y
organizaciones de la sociedad civil.
Así, como parte central de la
justificación para la nueva realización del multicitado Coloquio, ahora como
Veracruz: Crisis, Alternancia y Resistencias, se insiste
y precisa que:
“La terrible crisis es multidimensional:
se expresa en el colapso de la salud pública (tragedia que ha costado tal vez
más vidas que la violencia); en el aumento de la violencia criminal, la captura
y fragilidad de las instituciones de seguridad pública y de justicia, y la
violación sistemática de los derechos huma- nos; en la corrupción más descarada
y generalizada de que se tenga memoria, que ha conllevado además a una crisis
de las finanzas públicas que ha hipotecado al Estado por al menos las dos
décadas por venir; en todos esos terrenos, se vive la más absoluta impunidad
tanto de criminales comunes como de políticos y funcionarios…”
Desde luego, que eso no es todo, hay
muchos aspectos que considerar y evaluar. La problemática que se padece crece y
complica. Además se deben considerar los influyentes contextos nacional e
internacional. Conveniente y oportuna convocatoria.
Decía Norberto Bobbio que: “La rapidez
con la que se presentan las demandas al gobierno por parte de los ciudadanos,
está en contraste con la lentitud de los complejos procedimientos del sistema
político democrático, por medio de los cuales la clase política debe tomar las
decisiones adecuadas”.
La invitación al diálogo y debate, para
empezar, convoca a la realización de un “un balance objetivo de este proceso, y
descubrir vías posibles de castigo a los responsables de este indescriptible
desastre. Es preciso buscar alternativas para hacer menos dañinas las
consecuencias del mismo, y darle voz a las víctimas de la tragedia que hemos
vivido.”
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
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