ESTADO
DE EMERGENCIAS: VERACRUZ.
Faltan 690 días, para cumplir con
responsabilidades y deberes gubernamentales;
hacer realidad promesas de campaña; y pasar del dicho al hecho, en un cambio verdadero.
Quedan también 81 días, del inusual y
cuestionado libre ejercicio presupuestal,
sin las imprescindibles pero negadas transparencia, fiscalización y
rendición de cuentas.
Aprobación o respaldo, calificado por MORENA e innumerables jurisconsultos, básicamente como un exceso anti constitucional; y por
otros, como respaldo y necesaria facultad de la facilidad.
SE HACE LO QUE SE SABE.
La notoria novedad, es que a pesar de
todo lo que se dijo, anunció y prometió, el “duartismo” como práctica o
política de gobierno sigue presente, en demasiados e importantes aspectos de la
breve alternancia que apenas empieza.
Mucho preocupa y desconcierta que “más
de lo mismo”, es el estilo o forma que sobresale o predomina, en muchos
supuestos cambios que se realizan.
Claro que se debe reconocer que todavía
es muy pronto para exigir y evaluar.
A casi mes y medio, es de esperar que se
concluyan proceso de entrega recepción,
cambio de personas, y primeras transformaciones institucionales. Ineludible, evaluar y determinar si el nuevo gobierno es
igual, mejor o peor.
Importante, ejercer el derecho a señalar
lo que ya se considera acierto o error,
oportunidad o imposibilidad, ventaja o
riesgo, renovación o innovación. Incluso, ocurrencia o consistencia,
precipitación o parálisis, persistencia o debilidad.
Repetir preguntas, como: ¿en dónde están
los miles de millones de pesos desaparecidos? ¿Qué se ha hecho con los
conocidos y denunciados mega saqueadores, convertidos en intocables y, algunos,
en nuevos cómplices?
EMERGENCIA FINANCIERA.
Para la Historia, el hecho de que en
menos de 10 días de iniciado el nuevo gobierno,
se tuvo que reconocer que simple y sencillamente no se estaba preparado
para enfrentar la real realidad.
Punto a favor, admitir y hacer saber que la situación es peor que la que se sabía,
en buena parte resultado del
ocultamiento de información, del sabotaje y obstrucción padecida y denunciada
que impidió, en muchas formas, preparar y facilitar el cambio de gobierno.
Real realidad que incluso convierte o
reduce al Plan Veracruzano de Desarrollo, a interesante ejercicio académico,
con algunas innegables aportaciones y aspectos positivos; pero también con inocultables
afectaciones, inconsistencias y limitaciones, que en muchos aspectos lo
desvalorizan e inutilizan, al ocasionarle
importantes pérdidas de actualidad,
pertinencia y efectividad. Plan
incompleto y desactualizado, también en emergencia de la cual hay que ocuparse
pronto.
En resumidas cuentas, en relación al
terreno financiero, mejor conocido como redituable espacio gubernamental de lo oculto,
lo disfrazado y secreto; considerado, como
provechoso territorio de la opacidad con su consecuente rapacidad, saqueo y
desaparición de cuantiosos recursos públicos, se debe reconocer la acertada e inmediata aceptación y difusión de la adversa realidad
presente.
No haber caído en el tradicional
ocultamiento y negación de la magnitud y complejidad del problema financiero,
tiene su mérito.
El cómo se va a atender esa emergencia
financiera, es otra cosa. Todavía no se sabe.
Entre tanto, el nuevo gobierno obtuvo y
disfruta de inusual y cuestionado plazo
de 90 días, de libertad presupuestal. Apuntalado en notorias y denunciadas contradicciones
constitucionales, legales y
procedimentales; y además, apoyado en anunciados cinco puntos de orientación y guía,
caracterizados por el dominio, de gasto
y deuda, así como la repetida promesa de una transparencia y acceso a la
información de las finanzas públicas, que no se hacen realidad.
No va a ser fácil, lo que se haga y deje
de hacer, traerá más complicaciones y problemas.
OTRAS INOCULTABLES EMERGENCIAS.
Llama la atención y hay que resaltar, que
nunca se debe olvidar que se vive en una sociedad democrática con sus leyes y
estructura institucional; en especial, cuando la realidad está llevando a sociedad y gobierno, a otro tipo de emergencias, que extrañamente
no se reconocen, pero deben atenderse
como tales y requieren de:
-transparencia y rendición de cuentas
verdaderas, sistematizadas y permanentes;
-la imprescindible aprobación y legitimación,
participación y fiscalización ciudadana
y sociedad;
- sustentado y efectivo respaldo legal,
organización, programación y planeación;
-y coordinada acción, evaluación y efectividad de los diversos ámbitos de gobierno y sus
poderes.
No hacerlo, no reaccionar de inmediato
es facilitar o permitir, entre otros males peores, la generación y desarrollo del totalitarismo o
autoritarismo en uso y abuso del poder
público; la perniciosa imposición
burocrática y sus innumerables formas de ineficiencia y delincuencia
gubernamental; y el incremento en limitaciones, pérdidas y sacrificios de los
veracruzanos. Más vale prevenir. Emergencia no es pretexto.
En toda acción gubernamental,
imprescindibles capacidad y efectividad de atención, solución y previsión de
conflictos y problemas.
Por lo pronto, ya se constatan
emergencias en seguridad; en anti impunidad y falta de aplicación de la ley; en
sustentabilidad, agua y medio ambiente;
en política económica; y, desde luego, en asistencia y desarrollo social.
Se debe destacar esta última, sin restar
importancia y atención a las mencionadas y otras que se deben considerar, para
advertir que la EMERGENCIA SOCIAL, no se
puede ignorar, minimizar, manipular, “clientilizar” y sobrellevar con ocurrencias,
sensacionalismos y medidas superficiales, que complican aún más la desesperada situación de
hambre y pobreza, inseguridad y sacrificio de millones de veracruzanos que
sobreviven, en desesperación, resentimiento y
dolor que causan, la imposición
de un presente de privaciones y falta
de oportunidades; y la condena a futuro obligado de marginación y exclusión,
resignación y conformismo.
¿Dispensas a mega
saqueadores gubernamentales, intocables
y reciclables? ¿Despensas distractoras a contados afectados, de innumerables pobres
y hambrientos en aumento?
¿Respeto y orientación a quienes, sin violar
sus derechos y libertades, deben ser procesados por el tamaño y tipo de delito,
por saqueo popular ocasionado y comprobado?
Importante recordar, que para obtener y
disponer de mercancías y servicios
legalmente, para demasiados son imprescindibles empleo, salario y prestaciones
dignas que, lamentablemente no hay, ni
habrá con más de lo mismo y peor.
Mientras, sobresalen diferencias en mano dura, botón de
alerta y otras actitudes y acciones oficiales: 532 supuestos saqueadores
populares detenidos, frente a ningún mega saqueador encarcelado.
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