En la opinión de Rubén Ricaño...
No se si fue por leer sobre personajes que alguna vez conocí en mi niñez, como don Lázaro Cárdenas o Rafael Ávila Camacho, si fue el constatar historias que a sus 105 años de edad sigue contándome mi padre sobre una parte de su niñez que vivió en la casa de los Ávila Camacho allá en su natal Teziutlán, o fue lo emocionante de saber más sobre una época de la que poco se habla pero que fue muy importante para México, bastaron dos sesiones para leer completo el magnífico libro “Los generales Ávila Camacho y Cárdenas ante la II Guerra Mundial”, gracias amigo Manolo Fernández Ávila por tan grato obsequio y felicito a la casa editorial “Las Ánimas” por lo exquisito y bien cuidado del trabajo editorial, por la amenidad y conocimiento de sus autores: Mónica Patiño Pineda y Arturo Olmedo Díaz.
Ante esta excelente obra literaria histórica, no puedo dejar de preocuparme al comparar los complejos problemas que sorteó México durante la Segunda Guerra Mundial y el complejo momento que nuestro país vive hoy; por un lado, el Presidente Ávila Camacho rodeado de un equipo de hombres experimentados, valientes e inteligentes, estadistas todos, Cárdenas, MiguelAlemán, Francisco J. Múgica, Ruiz Cortines, Fernando Casas Alemán, Ezequiel Padilla Peñaloza y una pléyade de mexicanos de primer nivel, que supieron negociar a la vez con dos potencias encontradas como lo fueron Alemania y Estados Unidos, sin comprometer la soberanía nacional, mirando por la prosperidad de México y su gente que se consolidó en esos años; negociar con Roosevelt, con Truman y con sus equipos de más alto nivel no debió ser fácil, y salieron airosos, México fortalecido económicamente, respetado y reconocido mundialmente por su liderazgo y principios internacionales.
Digo que no dejo de preocuparme, porque en el complejo momento actual en que hay avisos de posibles confrontaciones bélicas de las potencias, en que hoy un Presidente Trump que no quiere y no respeta a México nos amenaza diariamente, no veo a esos gigantes en el gobierno, es preocupante ver a una Presidente sin hechuras, solitaria y sin un equipo de mujeres y hombres cabales, experimentados y sabios como los de antaño.
Hay sucedáneos en la historia pasada y actual, y a ello se suman los profundos problemas globales y nacionales, y no están al frente de México ni sus mejores mujeres, ni sus mejores hombres.