2018
Agustín Basilio de la Vega
Empieza un año y con él se abren muchas oportunidades cada día de cada mes. Si se ven con optimismo las cosas, serán momentos valiosos para emprender o continuar proyectos que nos pueden a ayudar a vivir con dignidad y a construir una sociedad mejor.
Como cada inicio de año, después del balance, si es que se hace del año que terminó, muchos hacemos nuevos propósitos. Los mexicanos estamos acostumbrados a prometernos cambios de hábitos pero casi nadie hace planes de mediano y menos de largo plazo.
Un buen comienzo de año podría hacerse con la elaboración de un plan estratégico para este 2018 y con metas para años subsecuentes.
Si no hacemos planes personales y familiares somos como hojas o plumas movidas por el viento. Las empresas y los gobiernos elaboran planes, programas y presupuestos para desarrollar negocios, servicios y construir infraestructura. Buenos planes ayudan a incrementar el progreso.
La planeación evita en buena medida actuar de manera ocurrente e improvisando acciones para atender imprevistos. Así como se ven éxitos y fracasos de instituciones por buena o deficiente planeación, las personas “prevenidas” y las “dejadas” influyen para el éxito o no de su familia.
Lamentablemente no nos enseñan en la escuela a hacer planes personales y familiares. Son muy pocos hogares en donde los hijos tienen la oportunidad de aprender a vivir con dirección hacia lo bueno, bello y conveniente.
La vida tiene sentido y hay que darle dirección. El tiempo es un recurso escaso y la imaginación es por el contrario inagotable.
Si hacemos planes con objetivos, términos, metas y estrategias e incluso un análisis FODA en familia, es más fácil avanzar sin tropiezos para alcanzar mayor bienestar. Si somos indolentes y no aprovechamos nuestra inteligencia y voluntad para idear y seguir un plan, seremos presas fáciles de las circunstancias y peligros que nos rodea.
Un buen plan es una guía que puede y debe cambiar según los acontecimientos que se presenten y siempre será mejor que avanzar en este 2018 sin tener idea hacia dónde nos dirigimos.
Ojalá sea un año interesante para todos y les propongo también reflexionar lo que el Padre Rafael González dice: Agradezcamos a Dios por el año que pasó, pidamos perdón por lo que dejamos de hacer o hicimos mal, y pidamos que el espíritu nos guíe durante los días de este año nuevo.
@basiliodelavega 1 enero 2018
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