@suntos del Poder:
Un año le llevó a Jesús Murillo Karam hacer su diagnóstico de la Procuraduría General de la República que encontró; minutos el darlo a conocer; lo que sí, no se sabe, es cuanto tiempo le llevará aterrizar lo planeado que, como otras tantas ocasiones, se encamina a cambiar la deteriorada imagen de la institución y recuperar la confianza de la sociedad…Difícil trabajo, sobre todo si se toma en cuenta que muchos de los empleados que trabajaban con la exprocuradora Maricela Morales Ibáñez, siguen enquistados en la dependencia. Antes de que culmine este año ya estarán cambiados o readscritos los 32 jefes regionales de la otrora Policia Judicial Federal (PJF), luego Agencia Federal de Investigaciones (AFI), más tarde Policía Federal Ministerial (PFM) y en breve AIC (Agencia de Investigación Criminal), sin embargo en esencia sige siendo la misma gata pero revolcada, es decir, que la corrupción, los abusos y excesos, seguirán siendo el pan de cada día, pues sólo es un cambio de forma no de fondo. Empero, en la reestructuración de la institución federal se estima también que en la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo habrá cinco nuevas Fiscalías Regionales con las que será sectorizado el combate a la delincuencia. Comenzarán con Guadalajara y Mérida y posteriormente seguirán las del Noroeste, Noreste y Centro. Aunque todavía no designan cuáles serán las ciudades sedes… ¿irán a servir para algo tantos gastos de los recursos del pueblo? A la fecha, 14 de los 32 delegados en todo el país, ya han sido relevados del cargo y los otros 18 “Deltas” están por dejar el puesto…sin embargo de nada servirá mientras el procurador pelón Murillo Karam, siga cometiendo los mismos errores que sus antecesores…poner en esos cargos a sus amigos y compadres, en lugar de colocar a personas con alto nivel moral y educación comprobada para combatir la corrupción y darle un mayor empuje a la procuración de la justicia en México. A principios de año se nombrará al coordinador del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), luego el titular del Centro de Inteligencia y nacerá oficialmente la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Por lo pronto y a invitación de Tomas Cerón de Lucio, titular de la AIC, ya llegaron a la PFM, Luis Morales, ex director de Aprehensiones de la Procuraduría del Estado de México y también Israel Zaragoza Rico, ex inspector general de la Policía Federal, cuando el jefe era Genaro García Luna, señalado como uno de los mexicanos más corruptos de México el presente año por la revista Rorbes Es un hecho que la PGR relevará de sus cargos a los 32 “Yankees” (Jefes Regionales) y solamente 12 de ellos serán reasignados en otras entidades, siempre y cuando cumplan con los requisitos del Centro de Control de Confianza –los cinco exámenes estados— y comprueben su capacidad para seguir desempeñando el cargo. En este rubro Murillo Karam debe poner especial atención y no delegar responsabilidades en funcionarios bajo su mando, tomando en consideración que más de mil 500 agentes que fueron echados injustificadamente de la corporación durante las dos administraciones panistas deberán ser reincorporados a la institución. Y Tiene que poner especial atención en su llegada, porque la inmensa mayoría fueron estigmatizados, principalmente aquellos que provenían de la desaparecida Policía Judicial Federal que, paradójicamente, desapareciera “por corrupta” GARCIA LUNA y que años después sería exhibido precisamente por corrupto., pero en un plano internacional. Entre esos viejos policías que fueron satanizados, hay experimentados investigadores, de los que nacieron para ello o se convirtieron en sabuesos merced de años y años en la brega, no como resultado de cursos al vapor. Su salida obedeció no a actos de corrupción, ni a ineficiencia y menos capacidad, sino como instrumento de “lustre” para los procuradores o jefes en turno bajo el argumento de sanear o hasta de “dignificar” la corporación. Las razones para despedirlos fueron absurdas, sobre todo por la calidad profesional y moral de quienes aplicaban los exámenes toxicológicos, poligráficos, de entorno social y familiar y psicológicos, entre otros. Los peritos, como si fueran adivinos prejuzgaban el resultado de las pruebas, con recomendaciones descabelladas. Los expertos vaticinaban lo que harían determinados elementos policiacos y antes de que pudieran delinquir, según apreciación a futuro de los chamanes federales, los declaraban no aptos para el puesto y los corrían. Ahora en ese enorme bagaje, hay de donde echar mano, a menos que las autoridades actuales sigan con las mismas ideas y continúen elevando a nivel de jefes a jóvenes inexpertos, presa fácil de la plata o plomo de los grandes capos. Será interesante el resultado de esta enésima intentona por sanear la PGR y que no quede nada más en propósitos de año nuevo.
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