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lunes, 14 de noviembre de 2011

ARTICULÍSTA INVITADO

Juan Antonio Nemi Dib


Cosas Pequeñas

BLAKE

Sorprendió su nombramiento como Secretario de Gobernación. Estaba muy lejos de ser un actor preponderante de la política nacional; poco se sabía de él, se desconocían sus prendas personales y se cuestionaba si tendría la interlocución necesaria con los actores políticos en medio de un escenario complejo que reclamaba conocimiento, experiencia e incluso relaciones personales para bajar intensidad a los conflictos y dar viabilidad a los proyectos presidenciales.

Y es que, el Secretario de Gobernación no sólo es responsable de la ejecución de la política interior, es una suerte de jefe de gabinete y en este sexenio, además, responsable directo de la ejecución de la estrategia de seguridad pública del Presidente Calderón. Por si fuera poco, con la reciente reforma constitucional, el Secretario de Gobernación se convierte, de facto, en un vicepresidente de la República, al designársele de manera automática como Presidente Provisional en caso de ausencia absoluta (definitiva) del Presidente Constitucional.

Aunque optó por un bajo perfil en su desempeño, a Francisco Blake Mora le fue imposible sustraerse a la la inercia de sus funciones y probablemente su momento más visible -al margen de sus constantes anuncios en materia delincuencial- se dio a partir de las declaraciones de Felipe Calderón a los reporteros del New York Times en las que el Presidente aseguró que “en el viejo régimen autoritario se pensaba que arreglándose con los criminales no pasaba nada”.

En un hecho infrecuente dentro de la política mexicana, apenas en octubre pasado, el Secretario de Gobernación tuvo que salir a los medios para enmendar las expresiones del jefe: "El presidente nunca afirmó que fuera una postura del PRI pactar con el narco, fue el reportero de The New York Times, como está en la versión estenográfica, quien afirmó que el PRI tiene esa reputación. Por lo mismo es falso que el Presidente haya acusado al PRI como institución o la mayoría de sus miembros de tener la intención de pactar, sino que aludió en concreto a estos priístas que sostienen esta tesis".

Si bien es cierto que a Blake Mora no se le conocieron grandes proezas, tampoco fue lo inocuo que Francisco Javier Ramírez Acuña, lo radical que Juan Camilo Mouriño o lo independiente que Fernando Gómez-Mont. Entre la aplicación sumaria e indiscutida de las políticas calderonistas de seguridad y la firmeza en la defensa de los intereses electorales del actual Gobierno Federal (absurdo sería pensar que actuara contra las necesidades políticas de su jefe y del equipo político al que pertenecía), Blake se ganó el respeto de varios actores políticos preponderantes.

Yo no sé si hay un buen momento para morir, pero sin duda no puede ser buen momento cuando se es padre de dos hijos pequeños, en plena formación. Tampoco cuando se muere de manera imprevista. Y menos aún cuando se tienen a cargo responsabilidades de gran envergadura que se quedan “colgando”. No faltará quien piense que van a “rentabilizarla” políticamente, pero es un hecho que al Presidente Calderón, esta muerte “lo agarró” en un momento por demás complejo: las cuestionadas elecciones locales en Michoacán en las que su hermana fue candidata, el arranque del proceso electoral para su sucesión, incluyendo la designación del candidato de su partido, un “pico” de recrudecimiento en la violencia asociada a la delincuencia organizada, un escenario económico de muy difícil manejo e incluso el anuncio de que el Secretario de Educación de su Gobierno padece un grave cáncer de médula.

En medio de todo esto, son inevitables las suspicacias producidas por el fallecimiento de Blake y sus acompañantes. Desde el primer momento Felipe Calderón intentó acotarlas y apenas confirmado el desplome de la aeronave, en su primera declaración afirmó: “Es mi deber decir, sin embargo, que el helicóptero estuvo siempre resguardado en el Hangar del Estado Mayor Presidencial, donde recientemente había recibido mantenimiento de rigor, y aunque el piloto, según se sabe, contaba con suficiente pericia, las condiciones de nubosidad que prevalecían, precisamente, a esa hora, en el trayecto que el Secretario recorrería rumbo a Cuernavaca, a un evento con servidores públicos de procuración y administración de justicia de los estados, hacen pensar, ciertamente, en la probabilidad de un accidente.”

Citado por la BBC de Londres, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, apenas el sábado Dionisio Pérez Jácome Friccione corrobora el dicho presidencial: “Las autoridades mexicanas informaron que las primeras investigaciones indican que la caída del helicóptero en el que falleció el secretario de gobernación (ministro del interior) Francisco Blake Mora, fue un accidente... El ministro de Transportes de México... declaró que no había indicios ni pruebas de un sabotaje.”

Pero las especulaciones son inevitables. REPORTE INDIGO empieza con ellas: “Las agencias de inteligencia de Estados Unidos (EU) que operan en México han encendido su señal de alerta por el desplome del helicóptero en el que viajaba el secretario... Blake, percance en el que murieron todos los pasajeros y la tripulación. De acuerdo a la información extraoficial a la que tuvo acceso REPORTE INDIGO, hay indicios de sobra para no creer en ‘casualidades’ ni ‘accidentes’. Blake Mora es el segundo secretario de Gobernación que fallece en un accidente aéreo después de la detención de un importante miembro del Cártel de Sinaloa. El 4 de noviembre de 2008, en plena Ciudad de México, a unos metros de la residencia oficial de Los Pinos, se desplomó el jet donde viajaba el entonces Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. Esto ocurrió días después de que fuera detenido Jesús Reynaldo Zambada, mejor conocido como ‘El Rey’, hermano y brazo derecho de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, socio de Joaquín ‘El Chapo’Guzmán Loera en el liderazgo del Cártel de Sinaloa. La muerte de Blake Mora ocurrió un día después de que se dio a conocer la detención de Ovidio Limón, un hombre muy cercano a la cúpula del Cártel de Sinaloa. Fue aprehendido 4 días antes, y se ha informado extraoficialmente que aunque él no se presenta con sus verdaderos apellidos, es sobrino de ‘El Chapo’. La alarma del gobierno de EU no es para menos, ya que Washington tiene información directa e inédita del atentado planeado por el Cártel de Sinaloa días antes de la muerte de Mouriño”.

Temas de sobra para los analistas. Múltiples rutas para la especulación. En paz descansen Blake y sus colaboradores. Y todos los muertos violentamente en el sexenio, quienes sean, por las razones que sean.


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