El Otro Café Politico...

 

 El Otro Café Politico 

Por JESÚS VASQUEZ PINO 

Te has lesionado en el interior de un camión del servicio urbano, el conductor lleva alto volumen en la música y maneja como auténtico cafre?. 

Son Los intocables los que siguen poniendo en riesgo la vida de pasajeros y personas que transitan por la calle, siguen matando personas, atropellando y haciendo de las suyas en las ciudades de territorio veracruzano y nadie los frena.

 La mayoría de los operadores o conductores de las unidades del transporte público en ésta modalidad deberían ser estudiados por psicólogos por expertos en seguridad de la vialidad porque no tienen las condiciones para trabajar en este ramo. 

Son violentos, de mal aspecto, sucios que no cuidan su imágen y el entorno de quienes viajan en éstas unidades que apestan, son sucias, no llevan iluminación en el interior, mucho menos los asientos son agradables para quiénes transitan inclusive una hora en éste viaje por algunas ciudades de Veracruz. 

Tampoco se han reordenado las rutas y la revisión a las unidades de parte de la oficina Transporte Público no se ve reflejado la mayoría mecánicamente no funcionan y así se les permite circular. 

En conclusión es chatarra vieja y operadores sin las condiciones físicas y mentales para ofrecer un servicio de calidad. 

La necesidad de las personas que no tienen un vehículo propio y tienen que esperar cuando se le antoja pasar al bus por la colonia, avenida o zona residencial para ir al trabajo, a la escuela o inclusive a un centro hospitalario; los operadores son groseros de mal aspecto. 

Desgracias han ocurrido con los camiones del transporte público y los dueños de éstas unidades: al soborno con la autoridad simplemente hacen valer los Seguros que han contratado pagando todo y obviamente con las 'Mordidas' a los funcionarios de la Oficina del Transporte Público de la Dirección de Tránsito del Estado. 

Es una realidad de que existen camiones de mal aspecto con unos conductores que dan mal servicio al usuario y nadie pone un alto hasta que verdaderamente vuelva a ocurrir otra desgracia. Es todo.