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La
ley electoral local establece requisitos como recabar firmas equivalentes al 3%
del padrón electoral en un mes, lo cual dificulta demasiado a los aspirantes
independientes, asegura.
Durante su administración,
Javier Duarte no sólo se incrementó desproporcionadamente la corrupción, la
violencia y homicidios, sino que también, el ahora prófugo de la justicia
impuso requisitos que difícilmente pueden cumplirse, como recabar 3% del padrón
electoral para poder obtener una candidatura independiente, afirmó Jorge G.
Castañeda.
En conferencia de prensa, en
el marco de una reunión con precandidatos a presidentes municipales
independientes de distintos municipios de Veracruz, en Xalapa, el ex canciller
mexicano lamentó lo que sucede en el panorama político de esta entidad.
“Parece que el gobernador que tuvieron por
aquí no dejó títere con cabeza, se robó todo y le hizo la vida imposible a
todos, no quiero decir que mató a todos pero tampoco le fue mal en esa materia,
entre lo que mató, entre lo que robó y los requisitos que impuso para que en
los hechos hubiera el menor número de candidaturas independientes, pues lo hizo
muy bien”, ironizó.
I
nterrogado acerca del proceso
de transición entre la actual administración que encabeza Flavino Ríos
Alvarado, consideró que es demasiado largo y ello le genera más incertidumbre y
acrecienta el malestar social en la entidad.
“Si además tiene un gobernador
prófugo y uno entrante que con toda razón no quiere ver, ni saludar al
saliente, y tienen los problemas que tiene el estado de violencia, de pagos y
de finanzas públicas, pues es una barbaridad que se tenga una transición tan
larga que le va a hacer mucho daño al estado sin duda”, precisó.
Si bien el gobierno federal,
reconoció, no puede intervenir para hacer esta transición de gobierno más
corta, si lo puede hacer para llevar ante la justicia a Duarte de Ochoa, pero
también preocuparse por situaciones similares que están aconteciendo como en
Chihuahua, donde el actual gobernador Javier Corral, ya está enfrentando
problemas con su antecesor, “el otro Duarte”.
“Es lo que está sucediendo con
toda esta camada de gobernadores priístas que fueron electos en los últimos
años del sexenio de Calderón, electos casi todos por Enrique Peña Nieto,
gobernador del Estado de México, quien aportó dinero, movilizó gente, mandó
mapaches a distintos estados gobernados por personas afines a su proyecto para
la Presidencia”, destacó.
“Javier Duarte puso la vara
muy alta en cuanto a corrupción, y no será fácil superarlo, aunque uno nunca
sabe”, concluyo.
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