SUCESIÓN, DEL
DECIR AL HACER.
A 18 días del cambio de Gobierno
estatal, de que el dicho pase al hecho. Bienvenidos al mundo de los resultados
y la congruencia.
El horno no está para bollos, ni para rollos. Inconformidad en aumento,
hartazgo creciente e impunidad evidente. Estallidos sociales evitables.
“LA LUPA, TAMAÑO Y EFECTIVIDAD.
Siguen los alentadores comunicados, del Gobernador electo: “recibiré el
gobierno del Estado aplicando una lupa a cada dependencia. Eso es lo que exigen
los veracruzanos.”
Este tipo
de anuncios, la experiencia demuestra que, unos se
convierten en compromisos; otros, en simple ratificación del deber, establecido
en las leyes; y algunos más, en buenos deseos, discurso de ocasión o retórica
del entretenimiento y la distracción.
En todo caso, alienta enterarse que se adquiere el compromiso de actuar
contra los servidores públicos, responsables de los daños y saqueos ocasionados
al gobierno estatal, así como de la deplorable situación en la que se
encuentran millones de veracruzanos.
Lo mínimo que se espera es que no haya simulación, favoritismo y
excepción. Justicia, simple justicia. Abogados y auditores con mucho trabajo
por realizar.
Tanto Contraloría, como ORFIS, repletos de
responsabilidades y culpabilidades, comisiones y omisiones, encubrimiento y complicidad.
Estimula
saber que desde la entrega recepción, los nuevos responsables “deben
empezar a revisar el presupuesto para el año próximo, para que el mismo
se elabore con los principios planteados por el Instituto Mexicano para la
Competitividad, que son honradez, transparencia, eficiencia,
eficacia y economía (SIC)”.
Presentes
y con frecuencia reiteradas, expresiones muy claras al respecto:
"La
gobernabilidad se logra con apego al estado de derecho, transparencia y combate
a la corrupción…El pueblo de Veracruz me eligió para hacer justicia no para que
me volviera cómplice”
De
ahí que se debe insistir, que se tiene
la oportunidad histórica, para que a partir del 1 de diciembre, se amplíe, mejore e incorpore la participación ciudadana y social, sobre todo
en aspectos y formas de colaboración y apoyo; seguimiento, control y
fiscalización; así como de evaluación y previsión gubernamental.
Para
contar con “lupa” de tamaño ideal y mayor efectividad, es imprescindible fortalecimiento institucional; localización de fuentes de recursos y
apoyos; eficiente y honesta
administración pública; y, al mismo
tiempo, garantía de gobernar al gobierno.
FORTALECER
LA BASE DE LA LEGITIMACIÓN GUBERNAMENTAL.
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En unos días, los nuevos presuntos responsables, tendrán que pasar de
los discursos a las decisiones, del decir al hacer.
Demostrado y padecido está, que los innumerables problemas,
exigen más mucho más que distractores actos y esperanzadoras declaraciones, adormecedores
discursos y recicladas reflexiones, teóricas posiciones o cómodas justificaciones
filosóficas.
Los
poderes ejecutivo y legislativo estatales cambian sus responsables; se espera
que cambien en sus resultados; y sobre todo, que escuchen, incorporen y atiendan bien y oportunamente, las justas
demandas y reclamos de los veracruzanos; así como sus preocupaciones y
propuestas.
No hacerlo
o hacerlo mal, aumentará los problemas y los conflictos sociales, más hambre y pobreza,
más ineficiencia y delincuencia serán
evidentes.
Tener
siempre presente, que para un cambio verdadero es imprescindible fortalecer en
verdad, el Estado de Derecho, a la ley y
sus instituciones en todo tiempo y en todas partes. Resistencia y desobediencia
civil latentes.
Fortalecer
y no debilitar. Imposible aceptar el tránsito de un gobierno ineficiente a uno
igual o peor. Prioritario detener y combatir, ineficiencia y delincuencia oficiales.
Apoyar y
asegurar cambio real y no simulado. Cambio de costumbres y prácticas políticas,
tanto en el gobierno como de ciudadanos y sociedad en general. Obligado
distinguir entre competente e improvisado, eficiencia y negligencia,
responsabilidad y complicidad. Urge organización y capacidad de respuesta y
previsión, contra desorden, debilidad institucional e improvisación.
Frente a
los viejos y nuevos problemas y
reclamos; ante las ancestrales y renovadas necesidades y demandas populares.
Ante la
compleja y dinámica problemática social. No es recomendable actuar en forma
aislada o a base de ocurrencias mediáticas y oportunismos electorales.
Gobiernos sin organización, planeación y verdadera evaluación, tarde o temprano
padecen las consecuencias. De ser parte de la solución, acaban por convertirse
en un problema.
La
experiencia enseña que si las políticas gubernamentales no están en sintonía y coordinadas. Si unas a
otras se contradicen y obstaculizan, inevitablemente se fomentan conflictos e
inestabilidad social.
Políticas
gubernamentales sin coherencia, ineficaces y a destiempo, de una u otra forma,
acaban por no ofrecer buenos resultados ni alcanzar sus objetivos. Eso sí, se
desaprovechan recursos, se pierden oportunidades y se termina por fomentar el empobrecimiento, apoyar la delincuencia (dentro y fuera del gobierno)
y promover los conflictos sociales. Gobiernos promotores y apoyadores de la
inconformidad y la violencia.
Oportuno
reiterar. Ante la inminente renovación gubernamental además de garantizar
permanentemente, el inalienable respeto a libertades y derechos humanos; es indispensable formar
y fomentar participación ciudadana
y social.
La
política-política, debe cambiarse cuanto antes. No sólo se deben buscar nuevos equilibrios, sino también hay
que dinamizar y hacer eficiente el
sistema político y de gobierno en su conjunto. Sobre todo, para atender las crecientes demandas y
reclamos populares; y evitar inestabilidad y violencia.
Para
sobrevivir y ser competitivos localmente
y en la globalización, es indispensable mejorar institucionalmente la capacidad
de respuesta y previsión de todos los ámbitos de gobierno, en su conjunto.
POR
EL CAMBIO VERDADERO.
En asuntos públicos, téngase
siempre presente que Veracruz decidió, votó y quiere un cambio verdadero y no
más de lo mismo.
Y sobre todo, que de inmediato se atiendan y resuelvan,
necesidades, problemas y conflictos que
padecen esos millones de veracruzanos.
Seguridad y Justicia para hoy; o el desempeño gubernamental será de continuidad de complicidad e
impunidad.
Imprescindibles transparencia
con seguimiento y control; evaluación y previsión permanentes, a partir de honestidad y efectividad gubernamental,
de mejor política y de buena
administración pública.
Y hay que insistir más allá del cansancio. Urgen gobiernos capaces y
eficientes, de más desarrollo y menos rollo, apegados a la ley y que en verdad fortalezcan
el Estado de Derecho, en acciones y no
solo en declaraciones; y sobre todo, de
legitimación ciudadana y social
permanentes.
*AcademicoIIESESUV@RafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez
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