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lunes, 21 de marzo de 2016

ARTICULISTA INVITADO.:RODOLFO HERRERA


Vivir en el Golfo

SE ACABÓ EL PRETEXTO
     Durante casi 60 años, la política internacional en América se vio alimentada con odio y resentimientos al imperialismo yanqui, motivados por la emblemática revolución cubana, cuyos resultados no sirvieron a ninguno de los bloques y en cambio afectaron a la población civil, la visita del presidente de los Estados Unidos Barak Obama a Cuba, puso fin a más de medio siglo de agravios.
     Durante todo ese tiempo, universidades, sindicatos, estudiantes y organismos civiles sufrieron todo tipo de persecuciones y etiquetas, tanto en América Latina como en Estados Unidos, para que a final de cuentas los presidentes de ambos países procedieron a hacer lo más sencillo del mundo, ponerse a platicar.
     Y dónde quedan todos aquellos profesores y académicos formadores de universitarios rebeldes, los creadores de las trovas, la canción de protesta, la rebeldía, el compromiso con la revolución y sus revolucionarios, la chaqueta de guerrillero, el sacrificio del Ché Guevara, la boina, las maledicencias contra el imperialismo Yanqui, el panfleto, la guitarra al hombro, la revolución de las conciencias, la greña, el huarache, el discurso del proletariado, los movimientos estudiantiles, patria o muerte, todo… Absolutamente todo se fue a la mierda, jajajajaja. Qué chistoso.
     La revolución cubana se fortalece ideológicamente cuando el general Fulgencio Batista asume el poder cubano en un golpe de estado e instala una dictadura de saqueos, abusos y terror; Eso conmueve a Fidel castro, hijo de descendentes españoles y en una buena posición económica, formado en colegios jesuitas, durante su instrucción superior se hace Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria e inicia un constante activismo político que lo aleja de las aulas, pero que no le impide matricularse en tres carreras simultáneamente, Derecho, Derecho Diplomático y Ciencias Sociales, organiza un grupo de jóvenes de ideas revolucionarias y convencidos de que el único camino para el cambio era al través de la lucha armada, lanzan un fallido ataque a los cuarteles “Moncada” y “Bayamo”, siendo aprehendido y encarcelado.
     La lucha de Castro y otros líderes guerrilleros cubanos como Ernesto Ché Guevara, Camilo Cienfuegos y Juan Almeida Bosque toca el ámbito internacional y llega a México, donde es descubierto y encarcelado por el entonces Joven Capitán del ejército y funcionario del interior Fernando Gutiérrez Barrios.
    Entre ambos inicia una amistad cuando, según narró en vida el propio Gutiérrez Barrios a Joaquín López Dóriga, “Los detectamos y aprehendimos a Fidel cuando estaban entrenándose en México preparándose para la revolución, yo sabía que había más guerrilleros en México y le dije: Fidel, dónde están sus compañeros, me va a hacer usted trabajar de más pero los voy a encontrar, pero Fidel no los quiso delatar y enseguida me percaté que no se trataba de delincuentes comunes, sino de gente que tenía ideales y principios, finalmente los encontramos”.
     Al través del puerto de Tuxpan, Veracruz, los guerrilleros, auspiciados por la política interior mexicana, zarpan con armas y dinero a bordo del “Granma” hacia Cuba, para escribir la historia de la romántica revolución cubana. Desde entonces, Fidel Castro nunca dejó de referirse a Fernando Gutiérrez Barrios como “El Capitán Caballero”.
     Sesenta años transcurrieron en que el gobierno cubano se convirtió en una dictadura militar, intransigente, retrógrada, sin libertad de expresión, alentadora de los derechos humanos, sin participación política, sin libre albedrío ni libertad de creencia y con un marcado empobrecimiento.
     Durante todo ese tiempo, los gobiernos de Cuba y Estados Unidos dividieron al pueblo, lo marginaron, lo bloquearon, lo persiguieron, encarcelaron, vigilaron, espiaron y vejaron.
     Loa adoradores del comunismo lejano pretextaron que Cuba antes era un burdel de los Estados Unidos. ¿Y ahora qué es?
     En la década de los Kennedy en la Presidencia de los Estados Unidos, el mundo estuvo a punto de la tercera guerra mundial en el episodio conocido como “La crisis de octubre”, cuando la Unión Soviética intentó instalar una base nuclear en la isla llevando misiles por barco que fueron interceptados en aguas internacionales y que finalmente no llegaron. ¿Y todo para qué?
     En la década de los 80, en el episodio conocido como “La Perestroika” cuando el primer ministro soviético Mijaíl Gorbachov anuncia libertades, el fin del comunismo, cambios de fondo y retira su apoyo financiero a Cuba, la isla entra en una difícil etapa conocida como “El periodo especial” y hay más restricciones a la población, escasea la pasta de dientes, el jabón, los alimentos, las telas. Pregunto otra vez ¿Y todo para qué?
     A principios de los 90, México se ve sumido en la vergüenza internacional cuando en una cumbre de países americanos celebrada en Monterrey, el presidente panista Vicente Fox Quezada hace una llamada telefónica a Fidel Castro y le pide “que no moleste al señor Bush”, pero que si estaba invitado a la comida, el bárbaro y nefasto periodo diplomático queda en los anales de la ignominia como el “comes y te vas”, el escándalo se supo cuando Cuba hace pública la llamada telefónica y el mundo se entera como chamaquearon a ese payaso con botas. ¿Y eso sirvió de algo?
     Hoy, sesenta años después, con miles de familias divididas, historias de balseros devorados por tiburones, la cacería del niño Elián, la muerte de Kennedy que planeaba acercamientos con la Isla, Celia Cruz que entre el llanto muere sin haber ido el entierro de su madre, “La tremenda Corte” y “Tres patines” que se prohibieron en La Habana, los miles de estudiantes idealistas universitarios encerrados en mazmorras, los catedráticos perseguidos en toda américa incluso en Estados Unidos, el terrorismo a Ernest Hemingway, el crimen del compositor Víctor Jara, la jovencita que se tiene que prostituir para sobrevivir, la frustración de la dama que no puede entrar divertirse a un salón si no va acompañada de un turista, el balsero que es atrapado, deportado de regreso para ser encerrado en una celda.
     Todo, absolutamente todo se ababa con una simple y sencilla visita, solo que retardada 60 años después. ¡Qué poca madreee!
LAS DAMAS DE BLANCO
     Previo y durante la visita de Barak Obama a La Habana, cientos de policías y militares cubanos, sin armas y vestidos de civil, se dieron a la tarea de interceptar al grupo de disidentes cubanos conocidos como “Las Damas de Blanco”, cuya intención es hablar con Obama y entregarle un pliego petitorio que incluye libertades y apertura a derechos civiles y políticos. Algunos fueron descubiertos y obligados a subir a autobuses para ser retenidos mientras concluye la visita el próximo martes. Obama hará como que no los ve, esa es parte de las condiciones para la vista.
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